Nadie con sentido de sensibilidad ética puede, en un gesto de infundado triunfalismo, menospreciar la dimensión de la deuda de la administración pública de Zacatecas, cuando ésta por obligaciones con la banca comercial asciende a siete mil 900 millones de pesos, de acuerdo a cifras oficiales de la Secretaría de Hacienda (SHyCP), con datos del 2016, sin contabilizar aquí compromisos con proveedores, créditos a municipios, pasivos laborales y financieros, que en conjunto forman una bomba de tiempo, que pudiera explotar, si no se le atiende con racionalidad.
Este es un asunto vinculado con el desarrollo y/o subdesarrollo de Zacatecas, dependiendo de su tratamiento, que sí debe quitar el sueño a los líderes políticos comprometidos con la entidad. Sólo a los irresponsables no.
¿Por qué debe preocupar el tema? Por una simple razón: sin disciplina financiera en la administración pública, la deuda se puede convertir en un obstáculo para el crecimiento y el desarrollo, como ha sucedido recurrentemente en la historia de Zacatecas.
Una serie de elementos han encendido las luces de alarma en relación a los crecientes niveles de endeudamiento y uno de ellos tiene que ver con las bajas tasas de crecimiento económico. En otras palabras, lo anterior significa que los cuantiosos créditos bancarios adquiridos no han servido para dinamizar la estructura productiva y producir bienestar social.
La propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público explica que Zacatecas es una de las cinco entidades de la República que en el último año no redujo su deuda y al contrario la aumentó, en más de 300 millones de pesos.
Por lo pronto, las agencias financieras calificadoras internacionales (Moody´s, Estandar & Poor’s y Fitch) les mostraron a los gobiernos federal y estatal, la tarjeta amarilla de alerta, por el registro creciente de los niveles de endeudamiento público.
Adicional a esto, el nuestro es uno de los 10 Estados con mayor endeudamiento público per cápita en el país. Cada uno de los zacatecanos, producto de los créditos que la administración pública ha contratado con los bancos, tienen una deuda de 4 mil 818 pesos, cuando el promedio nacional es de sólo $4 mil 486.
Los Estados con mayor deuda pública per cápita son: Quintana Roo ($ 14,946), Coahuila (12,862), Nuevo León (12, 464), Chihuahua (12,023), Sonora (7,992), Ciudad de México (7,970), Veracruz (5,655), Baja California (5,479), Nayarit (5,314) y Zacatecas (4,818).
En general, la deuda que no se utiliza para el apalancamiento, la promoción y estímulo del desarrollo social, entonces, no cumple su función.
¿CUÁNDO ES POSITIVA LA DEUDA PÚBLICA?
Los expertos sostienen que el endeudamiento público sólo es positivo siempre y cuando con él se logre el crecimiento y el desarrollo económico suficiente para cubrir el costo financiero de esa deuda y se evite la tentación de propiciar el déficit fiscal y de aumentar los impuestos que afectan a la población.
El manejo de la deuda pública, sin la suficiente disciplina financiera, siempre genera efectos negativos, como el auspiciar escenarios de recurrentes crisis financieras.
La Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, establece en su artículo segundo, que la adquisición de deuda sólo se permitirá cuando el objetivo sea promover la inversión productiva que genere un bien social, que no se utilice para obras superfluas y de enriquecimiento privado.
LA DISCIPLINA FINANCIERA Y LA HIPOTECA DE LOS ZACATECANOS.
En Zacatecas es necesario fortalecer la disciplina financiera del gasto público, crear un sistema de alerta en contra del creciente endeudamiento, fortalecer el dinamismo de la economía y evitar que se hipoteque el futuro de las nuevas generaciones.