Al Dr. José Luis Jiménez Diaz, por su sensibilidad y humanismo, como subdirector médico del ISSSTE.

Por Manuel Ibarra Santos

El Congreso de la Unión tiene, a través de sus dos Cámaras (la de Senadores y la de Diputados) la función esencial de diseñar, proponer, aprobar y modernizar el marco normativo de leyes del país. Pero cuenta con otro papel, no menos importante, que es el de constituirse en espacio de diálogo entre las fuerzas políticas y promotor de la gobernabilidad del país, tarea que corresponderá conducir, en esta ocasión, al zacatecano Ricardo Monreal Ávila.

Se le presenta al fresnillense la oportunidad histórica de contribuir, desde el Senado, a sentar las bases de un nuevo régimen político y a poner su granito de arena para ayudar al presidente Andrés Manuel López Obrador a concretar la cuarta transformación del país.

Frente a Zacatecas, por otra parte, se crea la opción viable de conformar, por primera ocasión en muchos años, una clase política local sólida, plural y protagónica, con presencia en el país, que arrastre mayores beneficios para la prosperidad de nuestro Estado.

Ricardo Monreal se ha convertido, así, en el líder de la fracción parlamentaria de MORENA en el Senado, en un momento referencial de la vida política del país, cuando se hace realidad, en la historia reciente, el tercer parteaguas de la transición democrática mexicana, con el triunfo inédito, con más del 53% de los votos, de Andrés Manuel López Obrador.

El primer parteaguas de la transición democrática se registró en México en 1979, durante la Quincuagésima Primera Legislatura Federal, que tuvo 104 diputados y un senador de oposición. Con esto se inició la etapa del pluralismo legislativo.

El segundo parteaguas fue en 1997, año del primer gobierno sin mayoría, con una Cámara de Diputados de 261 asientos opositores, que obligaba al presidente a negociar todas sus iniciativas, incluyendo el presupuesto.

Si es cierto, Ricardo Monreal jugará un papel protagónico en el escenario nacional que demanda la constitución los equilibrios para la gobernabilidad del país. Pero enfrentará otra responsabilidad que tiene que ver con la posibilidad de incidir en la creación, junto con el gobernador Alejandro Tello y otros actores importantes, de una sólida clase política local, que ayude a impulsar el progreso de Zacatecas.

 

LA CLASE POLÍTICA DE ZACATECAS Y SU RETO:

 

Desde el siglo XIX a la fecha, persiste el anhelo colectivo de avanzar en la constitución de una clase política zacatecana pluralmente fuerte, que ayude a la entidad a construir mejores niveles de bienestar. Si no se avanza en esto, de nada servirá tener personajes encumbrados en los niveles de la política nacional.

Hoy como nunca, Zacatecas tiene fuerte presencia en la conformación de los Poderes Constitucionales de la República. En el Congreso de la Unión presente está Ricardo Monreal, cinco senadores más y adicionalmente 13 diputados federales.

En el Poder Judicial de la Federación, Zacatecas cuanta con una notable presencia. Ahí está Felipe Borrego Estrada como integrante de la Judicatura Federal, con la posibilidad de que ascienda aun más, gracias a su reconocido desempeño, a su trabajo y a sus múltiples relaciones que ha sabido cultivar.

En el Poder Ejecutivo que encabezará Andrés Manuel López Obrador a partir del primero de diciembre, destacará la presencia de Rocío Nahle, como secretaría de Energía y la de David Monreal, como titular de ganadería del gobierno federal.

En la próxima administración federal, la presencia de zacatecanos será extraordinaria y quizá con la representación como no la tendrá entidad alguna. Pero de nada servirá si no se trabaja con humildad por el desarrollo de Zacatecas.