Por Manuel Ibarra Santos

En la reciente visita a Zacatecas de Juan Ramón de la Fuente, ex/rector de la UNAM, quien fue declarado Ciudadano Distinguido y la UAZ le otorgó el título de Doctor Honoris Causa, se subrayó una tesis central que tiene que ver con la importancia de la educación en la creación de la prosperidad de una sociedad.

La educación, el arte, la cultura y la ciencia, nos recordó el doctor Juan Ramón de la Fuente, son componentes esenciales no sólo para detonar el desarrollo humano integral, sino para constituirlos en el mejor antídoto en contra de la violencia criminal.

Por ese motivo, la primera empresa de todo Estado, como lo postuló a inicios del siglo XX “El Maestro de América”, Justo Sierra, debe ser incuestionablemente la educación de los niños, de los jóvenes y en general de la sociedad en su conjunto.

Cuando el Estado y sus diferentes niveles de gobierno se olvidan de promover una correcta educación y la formación de las virtudes ciudadanas, las sociedades y los individuos se estacionan en el subdesarrollo, se descompone el tejido social, emergen los anti/valores y entonces sientan sus reales la delincuencia y el crimen organizado.

Ante el clima de violencia que viven México y Zacatecas, no existe mejor opción que la educación, la cultura, el arte y la ciencia.

Y reconocer por otra parte que la escuela no es la única institución responsable de promover la educación, sino también la familia, los medios de comunicación y en particular la ciudad, en todos sus espacios urbanos.

LOS REZAGOS EN MATERIA EDUCATIVA:

De ahí lo significativo de transformar a Zacatecas en ciudad educadora y de la innovación, en donde todos sus espacios urbanos, sean espacios para el aprendizaje significativo y para el cambio social.

Hagamos por eso, efectivo, el derecho a la educación de los niños y jóvenes zacatecanos, ahora cuando sólo tres de cada 10 jóvenes zacatecanos en edad potencial de cursar la educación superior, pueden acceder a la licenciatura.

O bien, cuando solo 6 de cada 10 jóvenes pueden cursar el bachillerato en la entidad.

En el nivel de educación básica – en particular preescolar, primaria y secundaria – es urgente universalizar la oferta de servicios, debido a que por ejemplo en primaria la cobertura atiende sólo al 98 por ciento de la población en edad de cursar ese subsistema. En razón de ello, miles de niños y niñas se quedan al margen de una adecuada atención, tipificándose eso como una violación a los derechos humanos de los infantes.

Hoy en día los compromisos en materia educativa en el Estado de Zacatecas son verdaderamente gigantes y descomunales, y se les tiene que poner mayor atención.

Al igual que Doctor Juan Ramón de la Fuente, afirmemos la idea de que la educación es la primera gran tarea que todo gobierno, del nivel que sea, debe atender.

Sin esto no puede haber progreso y tampoco se pondrán enfrentar los efectos de la violencia criminal.

EL PARADIGMA ZACATECAS, CIUDAD EDUCADORA:

A inicios de la década de los noventa del siglo XX nació en Europa el modelo de  ”Ciudades Educadoras”, cuya finalidad es hacer de las ciudades, espacios de aprendizaje y puntal del desarrollo humano sustentable. En la actualidad son 500 ciudades las adheridas al proyecto en todo el planeta.

Los cuatro componentes básicos de este paradigma de desarrollo humano son la educación, el arte, la cultura y la ciencia, cuyos objetivos son ensanchar los mecanismos de participación social y las prácticas de libertad, dignidad y felicidad. La consolidación de la gobernanza democrática es otra finalidad.