Por Gabriel Contreras Velázquez
Los mexicanos llegamos a la elección del próximo primero de julio con desencanto. De acuerdo a la Cuarta Encuesta Nacional de Opinión Ciudadana 2018, publicada en el mes de junio por el Grupo de Economistas Asociados (GEA) e Investigaciones Sociales Aplicadas (ISA), el 78% de la sociedad opina que en lo político, el país va por el rumbo equivocado.
Apenas una diferencia de dos puntos porcentuales con el grueso de mexicanos (76%) que opinan que, también en lo económico, el país no transita por el camino correcto. En esta constante, los niveles de aceptación del gobierno de Enrique Peña Nieto oscilaron en los últimos meses entre el 15 y el 20 por ciento.
Estos datos son consistentes con la mayoría de las mediciones que mantuvieron a Andrés Manuel López Obrador en la ventaja de preferencias para encabezar el próximo gobierno de la república. Si acaso algunas casas encuestadoras menos convencionales como Suasor, Pop Group, Numerus y Defoe, mostraron, en publicaciones únicas, el crecimiento de José Antonio Meade Kuribreña para consolidarse como segundo lugar, después del tercer debate.
No obstante, de acuerdo al último “Poll de Polls” de la empresa Oraculus, consultado al momento de escribir estas líneas, López Obrador aventaja casi en 20 puntos a Ricardo Anaya Cortés, separado de Meade Kuribreña en tercer lugar por 6 puntos.
Recordemos que la aritmética de Oraculus toma como gran consenso los resultados muestreados por Consulta Mitofsky, GEA-ISA, Demotecnia, El Financiero, Parametría, Reforma, BGC Ulises Beltrán y Asociados, Varela y Asociados, y Suasor.
Ni el promedio, ni la posición de los candidatos, han variado con respecto a los números que publicaron también El Universal y las preferencias que dieron a conocer la Confederación Patronal de la República Mexicana, en colaboración con la Fundación Este País, hace diez días. En conjunto, las cifras hablarían de una elección prácticamente decidida.
No obstante, de acuerdo a un grupo de analistas bursátiles consultados por el diario El Economista explican que en el Mercado Mexicano de Derivados (MexDer) ante la incertidumbre por sucesos internos y externos las operaciones para adquirir “futuros en dólares” han aumentado casi en un 40% con respecto al mes de mayo.
¿Qué significa esto? Que quienes invierten en la Bolsa de Valores mexicana no parecen tener señales suficientes de tranquilidad en el futuro inmediato del país. Por ello se han lanzado a asegurar sus inversiones adquiriendo coberturas de riesgo. La demanda de contratos por futuros en dólares ha aumentado, pues esperan que el tipo de cambio lleve al peso a las 21 unidades.
Según la prospectiva de los analistas de Soctiabank el peso mexicano se encuentra bajo presión porque el clima electoral y las relaciones comerciales con Estados Unidos mantienen una atmósfera de tensión. La lectura de Banco Base no fue distinta: “Esta semana, se espera que el tipo de cambio continúe mostrando una elevada volatilidad ante noticias relacionadas a las políticas comerciales de Estados Unidos y al proceso electoral de México.”
El escenario no es ajeno para Alfonso Romo Garza, el banquero agro-industrial que ha manejado la agenda empresarial del candidato de Morena. En entrevista para El Financiero así como para El Universal, el día de ayer Romo deslizó palabras de confianza.
Su nombramiento provisional –de ganar Andrés Manuel la elección- como Jefe de la Oficina de la Presidencia, o Jefe de Gabinete según algunos medios internacionales, eleva el peso de su discurso.
El asesor y puente de comunicación del candidato de izquierda con el ala financiera en México y Estados Unidos (específicamente en Nueva York), confirmó que de ganar la presidencia Morena, López Obrador buscaría la apreciación del peso mediante la creación de condiciones de confianza y promoción de inversiones, y no con una intervención en el mercado cambiario.
Dijo también que en los primeros días de gobierno, el mayor reto es generar certidumbre, pues la gente esperaría resultados inmediatos en materia de Estado de Derecho y combate a la corrupción.
Incluso aseguró que se respetaría la autonomía del Banco de México, y que podría haber más subastas petroleras, siempre que una revisión de contratos adjudicados a particulares no haya mostrado inconsistencias.
A pesar de ello, en el sistema electoral mexicano no dejarán de crujir algunos resortes. Las autoridades electorales persisten en un vaivén de dudas. Más recientemente, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó que Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” incurrió en fraude fiscal durante la etapa de obtención de apoyos, y con todo ello su candidatura se mantuvo intacta.
Ya corren algunos videos y publicaciones en redes sociales sobre el uso faccioso de los programas sociales, así como el incremento del dispendio público en ellos, con fines electorales. La cifra de muertes políticas ha ascendido a 122 candidatos asesinados. Los cárteles juegan en los linderos, y ninguna autoridad alcanza integridad suficiente para suponer, fehacientemente, una elección de pronóstico anticipado.
#Coincidencias: El día de ayer el Instituto Nacional Electoral y la Auditoría Superior de la Federación firmaron un convenio de colaboración para el intercambio de información en materia de fiscalización.
El objetivo, dijo Lorenzo Córdova Vianello, se centrará en la revisión de cuentas públicas y las cuentas de las campañas, así como el cruce de información de estas dos para cerrar espacio al uso del dinero público que intente influir en la contienda política.
¿Y el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas y la Auditoría Superior del Estado para cuándo? Ya se les coló el primer gol en la precampaña y campaña de Víctor Carlos Armas Zagoya al Distrito 3 en Guadalupe. ¿Tanto afecta la cercanía entre José Virgilio Rivera Delgadillo y el ex Verde?
Twitter: @GabrielConV