Por Pablo Castañeda Merino
La juventud mexicana presenta graves problemas de inestabilidad en ámbitos distintos como el educativo, laboral y económico que provocan consecuencias en su salud mental como la ansiedad o depresión debido a factores que lo llevan a la preocupación excesiva.
Es cierto que ahora los jóvenes tienen acceso a grados de estudio cada vez más altos, hablando en el ámbito académico, pero el problema viene al momento de pretender ingresar al campo laboral debido a que no cuentan con experiencia por falta de práctica de su profesión, en consecuencia es difícil que una empresa quiera contratarlos, por lo tanto son orillados a ocuparse en empleos informales que les generan algunos ingresos, por lo que entran en la categoría de “Freelancer”, sin un ingreso fijo.
Según un estudio relativo al tema, en el primer trimestre del 2022 se registró una tasa de informalidad de 67.4% para los jóvenes, la segunda más alta después de los adultos mayores (75.8%); y que se encuentra por encima de la tasa de informalidad promedio del país, de 55.2%.
Y se remarca que los jóvenes que ingresan al mercado laboral con un empleo informal, tienen una mayor probabilidad de permanecer en condición de informalidad a lo largo de su trayectoria profesional.
Es muy conocido que la formalidad en el empleo, brinda mayor estabilidad económica que se caracteriza por otorgar seguro social, mejores prestaciones, fondos de ahorro para el retiro, créditos hipotecarios, primas vacacionales y compensaciones por incapacidad, a lo que no puede acceder este grupo de personas.
Por el tipo de sociedad en la que vivimos se ha inculcado que debemos cumplir un ciclo: nacer, crecer, estudiar, buscar pareja, casarte; adquirir una casa, tener hijos y dejar herencia a tus descendientes. Sin embargo, lograr esta condición cada vez es más difícil debido a los malos salarios pues a los obreros se le paga sólo lo necesario para sobrevivir, lo que está en calculado de acuerdo a lo indispensable para la compra de alimentos de la familia, así como del vestido y calzado, pero no para acumular, y así se le obliga a seguir trabajando en las condiciones que le dicta el patrón y no puede exigir, porque frente a él hay mucha mano de obra disponible que de inmediato lo suplirá en el puesto. Entonces no tiene otra salida, debe seguir trabajando sin protestar.
Ahora bien, los jóvenes tienen el peso obligado de perpetuar este ciclo que pareciera natural, pero que en realidad está creado artificialmente por la clase social poderosa que ha encontrado en los jóvenes el futuro de sus ganancias, porque ellos sí pueden acumular explotando a los trabajadores en general.
Como consecuencia de este ciclo antinatural una parte de ellos se ha adentrado en el consumo de drogas, de videojuegos o en “no hacer nada”, que les consumen sus energías creativas para llevarlos a engrosar las filas del lumpemproletariado, es decir, un nivel de degradación humana de gente sin esperanza que también ha sido provocado por el sistema capitalista.
Está presente la generación conocida como “Millenial” y “Centenial”, que tienen pocas posibilidades de tener casa debido a las tasas de interés creciente, en tanto no pueden pagarla, por lo que deben acceder a créditos que los someten a una deuda de 20 o de 30 años con empresas afiliadas al INFONAVIT, pues lo que ganan los trabajadores no es suficiente para pagar el costo de una casa, que es una mercancía sobrevalorada, así que las posibilidades de cumplir con el ciclo de vida impuesto por la sociedad moderna acorrala a la gente a niveles de estrés y preocupaciones al grado de la enfermedad.
¿Por qué sucede esto?
La concentración de la riqueza en unas cuantas manos ha venido a agudizar una gran brecha de desigualdad, por una parte a los trabajadores y por el otro lado al burgués, siendo este el dueño de las fábricas, es decir, los medios de producción, por eso cada vez son más los jóvenes que no tendrán nada que perder y que con el paso del tiempo se irán radicalizando para hacer un cambio, ello ayudará a qué se reivindiquen teorías con un proyecto de nueva sociedad en constante crítica y una interpretación de la evolución histórica, política y social en favor de los asalariados del mundo.
Este cambio no es imposible, se puede lograr con un partido de nuevo tipo, que no sea financiado por los grandes empresarios, ni capitalistas para impulsar reformas en beneficio de la mayoría de la población dando como primer paso el que se cobren impuestos progresivos, donde pague más aquel que tiene ingresos mayores; donde se creen empleos formales para todos, con mejores salarios que les permitan cubrir sus necesidades y por último con una justa repartición del gasto social en obras como escuelas, hospitales y carreteras gratuitas, pero eso no llegará de manera automática, sino que habrá que trabajar de manera sostenida para lograrlo.