Gabriela García
En días pasados, el Movimiento Antorchista entregó el pliego petitorio 2024 en varios municipios del estado de Zacatecas, se hizo por escrito como lo mandata la ley y se pudo hablar con las autoridades respectivas. Se acordó que se llevarían a cabo reuniones próximas para evaluar el avance de los asuntos pendientes y se establecerían fechas para la materialización de las nuevas solicitudes.
En general, a 5 años de la llegada de López Obrador a la Presidencia de México, sigue la política de cero soluciones a las organizaciones, a pesar de que el derecho de petición y de asociación se contempla en el Artículo 8 y Artículo 9 de nuestra Carta Magna. A los antorchistas les queda claro que según el Artículo 115 de la Constitución, es obligación de la autoridad municipal resolver la carencia de servicios públicos, por eso volverán por respuesta donde no las hubo.
Guillermo Guerrero, líder antorchista en la región norte de Zacatecas, aseguró que el próximo viernes sus representados acudirán de nueva cuenta a la alcaldía de Fresnillo, para entregar de forma individual las solicitudes de obras públicas y apoyos como cemento para el mejoramiento a la vivienda, tinacos, calentadores solares y despensas alimentarias, con el claro propósito de que la administración municipal que encabeza Rita Quiñones, dé respuesta a las necesidades de sus gobernados.
Pero también harán lo propio en el municipio de Saín Alto, donde la gente de El Cazadero, La Laborcita, San Rafael, Barrancas, Morelos y Saín Bajo, ya se organizan para dialogar con José Luis Salas Cordero, presidente municipal. Allí, los gestores aseguran que además de las acciones de vivienda y despensas del sistema DIF, urge la construcción del puente vehicular en Morelos y la entrada a la comunidad a San Rafael.
Los antorchistas tienen claro que hay dificultades económicas en las alcaldías por el recorte de recursos y por la desaparición de programas sociales a causa de la centralización del dinero para la entrega monetaria por parte de la 4T; sin embargo, existen casos como el de Eleuterio Ramos Leal, alcalde de Valparaíso, quien en las dos administraciones a su cargo se han podido atender las necesidades planteadas en materia de introducción de servicios públicos, pavimentaciones y entrega de apoyos a título personal, lo que demuestra, que con voluntad política se puede hacer mucho en favor de los ciudadanos.
Los solicitantes siguen admitiendo que la lucha por obras y apoyos, además de ser un derecho constitucional, es una forma efectiva de distribuir la riqueza social lograda mediante los impuestos; y por el hecho de que los trabajadores de México son mayoría, el monto de lo recaudado debe devolverse al pueblo mediante hospitales, carreteras reparadas y nuevas, a través de escuelas equipadas, pero además, mediante espacios de esparcimiento como parques bonitos y unidades deportivas, que sirven para el desarrollo integral de la gente.
Como dije líneas arriba, la postura del mandatario federal fue y es, bien aprovechada por la mayoría de los alcaldes, negándose a recibir si quiera al pueblo organizado, pero al mismo tiempo los problemas se han acumulado porque la población siguen en crecimiento, de tal manera que en todos los lugares se demanda la presencia del gobierno, por lo que los propios alcaldes sufren el perjuicio que les impuso Morena en el gobierno, aunque por conveniencia muchos de ellos lo callan.
Es muy claro, que la desaparición del programa de Estancias infantiles, el 3×1 y el Fonden, etc., eran la base de trabajo de las presidencias municipales, que de los tres niveles de gobierno, es quien está al alcance de la gente, a donde muchos pobres acuden a pedir apoyo de todo tipo, hasta para la compra de tortillas, pasajes y servicios funerarios.
Por eso, la atención del pliego petitorio es muy importante para sus impulsores, ellos saben que la lucha no se detiene por el simple compromiso de la autoridad, sino que el éxito o fracaso de su gestión depende en mucho de la insistencia, de darle seguimiento. A su vez, los alcaldes tienen la oportunidad de demostrar en este último año del trienio el compromiso social con el que asumieron al cargo creando la obra pública demandada, como una forma de distribuir la riqueza social creada por todos.