La Paz y la Justicia. Por Silvia Montes Montañez

Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on Google+Pin on PinterestShare on TumblrShare on LinkedInEmail this to someone

silvia_montes_perfilOCURRIDA durante el fin de semana, la reaprehensión de Joaquín “El Chapo” Guzmán no alcanzó un gran impacto en los medios tradicionales de comunicación debido, básicamente, a la ausencia de noticieros de proyección nacional en televisión abierta.

LA NOTICIA trascendió básicamente a través de las redes sociales.

PERO desde luego la nota fue legitimada con información oficial oportuna como un hecho de gran importancia en la batalla contra el narcotráfico que, por lo menos a mí, me generó, en un primer momento, una gran expectativa respecto a lo que procede después del nuevo arresto.

ES INEVITABLE dejar de lado la corrupción que nuevamente puede proteger al capo y lo mejor sería extraditarlo a Estados Unidos. El tema obviamente se ventilará en estos días y ameritará no sólo el halago al gobierno y sus autoridades por la hazaña.

POR CIERTO ésta debió ocurrir hace ya bastante tiempo.

¿QUÉ SIGUE? Es la gran interrogante con una reflexión obligada sobre el impacto del acontecimiento que estará cimbrando, naturalmente, las estructuras del crimen organizado que habrán de reaccionar generando nuevos fenómenos y eventos de impacto nacional.

ME PARECE, en ese contexto, bastante razonable y oportuna la postura que hizo pública el Partido de la Revolución Democrática (PRD), poniendo el acento en una cuestión tan elemental como urgente: La reaprehensión de “El Chapo” debe ser acompañada de una estrategia integral de seguridad pública.

TODOS LOS días escuchamos discursos al respecto, conocemos de operativos y de golpes al narcotráfico, sin embargo, como bien plantea el PRD, lo necesario ahora es emprender “un verdadero combate a la delincuencia organizada” con medidas efectivas para prevenir el delito.

DEBE producirse en este país, con carácter de urgente, el fortalecimiento efectivo de las instituciones de justicia que dan sustancia al Estado de Derecho, de no ser así, se incurriría nuevamente en la errática estrategia que ha venido recrudeciendo la violencia en México.

PIENSO que el reto sigue ubicándose en el cáncer de la corrupción.

EL PRD sostiene que la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado va más allá de la captura de los grandes líderes de las agrupaciones delictivas si consideramos que la detención de varios de los considerados grandes capos no necesariamente ha implicado la disolución de carteles.

TAMPOCO ha disminuido el tráfico de estupefacientes, la violencia y otros delitos de alto impacto.

EN EFECTO, la recaptura de «El Chapo» es un acierto pero urge aprehender a otros líderes criminales, desmantelar redes financieras de organizaciones delictivas y combatir la impunidad, que ha alentado a la delincuencia y ha mellado la paz y la justicia con que merecemos vivir los mexicanos.

 

Nos encontramos mañana en DireccionesZac

Deja un comentario