Por Jessica Muñoz Muro
El pasado 5 de octubre del año presente, se llevaron a cabo las elecciones de Brasil, sus principales candidatos estaban representados por Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores), AécioNeves (Partido de la Social Democracia Brasileña) y Marina Silva (Partido Socialista Brasileño).
Los resultados finales arrojaron una segunda ronda, la cual se llevará acabo el último domingo del mes presente, los candidatos finalistas fueron Dilma Rousseff y AécioNeves. Como consecuencia, se pronostica una segunda victoria para Rousseff, debido a los resultados obtenidos en la última década generados por el PT.
Si Dilma, retoma el poder, el pueblo brasileño continuaría con su línea de progreso que se ha presenciado desde la presidencia de Lula, cabe destacar que los brasileños se sienten seguro e identificados con el Partido del Trabajo, pues durante la última década, se ha presenciado una disminución de la pobreza, de igual modo, se puede afirmar que todo el proceso de integración de la sociedad brasileña se dio en dicho periodo.
Por otro lado, si Neves llega a tomar la presidencia, el gobierno brasileño presenciaría un cambio radical, pues sus políticas están más enfocadas en solucionar los problemas económicos que presenta Brasil en el momento, como la inflación y el aumento del desempleo al cinco por ciento.
Diecinueve por ciento de la población brasileña decidió abstenerse de votar, es así que ambos candidatos han decidido crear diferentes estrategias para obtener dichos votos, aunque es claro que el mayor trabajo lo tiene Neves, pues es el candidato finalista que cuenta con más diferencia de votos, mientras que Dilma está segura de que contará con los votos de Bahía para obtener su reelección.
Lamentablemente el último debate fue detonante para la segunda ronda, pues ningún candidato generó propuestas claras y se convirtió en una serie de acusaciones por parte de los dos ponentes.