LA TRAICIÓN POLÍTICA Y LAS ENCUESTAS

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Por Manuel Ibarra Santos

El desenlace por la vía de las encuestas que descartó a Ricardo Monreal como representante para contender como el más viable aspirante de MORENA, el partido a la fecha con mejores tendencias de triunfo, al gobierno de la Ciudad de México, abrió también el debate sobre el tema de la traición política. ¿Fue traicionado el ex/gobernador de Zacatecas? ¿Tomará acaso la determinación de encabezar el segundo “monrealazo”, después de la experiencia de 1998? ¿Serán las mismas circunstancias que hace 20 años?

La verdad cualquiera que sea el epílogo de esa serie de tramas registradas en la capital de la República, estas tendrán irremediablemente repercusiones políticas en la conformación de los escenarios de lucha en las elecciones del próximo año en Zacatecas.

Por lo demás, la historia de México está plagada de traiciones y conjuras, derivadas todas de la lucha por alcanzar o mantener el poder, lo que ha torcido el destino del país.

El escritor mexicano Martín Moreno ha dicho en su obra “Las Grandes Traiciones de México”, que la traición es uno de los hilos conductores que han definido el rumbo histórico de la nación.

Y el propio historiador se pregunta: ¿Cómo hubiera sido nuestra historia, sin un Antonio López de Santa Anna traicionando a la Patria hasta lo inimaginable; si Hidalgo y Morelos no hubieran padecido la traición de sus cercanos; si Obregón no hubiera traicionado a la Revolución y a la Constitución?

La traición es un tema de estudio de la filosofía moral, pero también de la política, la sociología y el derecho.

LA TRAICIÓN A TRAVÉS DE LA HISTORIA:

Los investigadores del tema han dicho que la traición es piedra angular de la fundación de la sociedad occidental, sin la cual no se puede entender lo que somos hoy en día.

El escritor latinoamericano Jorge Luis Borges (1899/1986), reivindicó el acto de traición de Judas Iscariote y señaló que gracias a tal hecho de la historia  Jesús trascendió teológicamente.

Muchos años antes el filósofo francés Michel de Montaigne (1533/1592) había sostenido que la traición es un acto ordinario de la naturaleza humana que hay que analizar sin pretensiones moralistas.

El autor de La Divina Comedia, Dante Alighieri (1265/1321), en cambio, señaló categórico que la traición es el peor de los pecados y que su práctica contribuye a la destrucción de varios de los motores que mueven los hilos del universo: la fe, la seguridad, la confianza, la cooperación y la credibilidad.

Por eso, muchos han sostenido que la traición puede conducir a tener pueblos con pérdida de sensibilidad social, con ausencia de capacidad de asombro, con indiferencia ante el dolor ajeno y con predominio de la intolerancia.

LA TRAICIÓN Y DEMOCRACIA

En la era actual del pragmatismo y la práctica sin valores, la experiencia demuestra que el príncipe o gobernante, en términos de Maquiavelo, ha hecho grandes cosas, pero nunca se ha esforzado en cumplir su palabra empeñada. 

El escritor mexicano Jesús Silva Herzog/Márquez opina que sin traición no hay democracia moderna, ni tampoco gobernantes, sino sólo mártires o tiranos.

Quizá por eso, coincide con el analista francés Denis Jeambar, en su obra “Elogio de la Traición”, al decir que la democracia actual está saturada de la presencia de traidores.

Y así, por ejemplo, España, como otros, es un país democrático porque tuvo la bendición de contar con grandes traidores.

ELECCIONES Y TRAICIÓN POLÍTICA:

El 8 de septiembre próximo inicia el proceso electoral 2017/2018 y lo deseable sería que no se imponga la ruta de la traición y que se dignifique, al contrario, el valor de la política.

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