El PRD se convirtió en rehén de las tribus, eso obligó a la renuncia de Agustín Bazave, ahora es presidente nacional de ese partido,  afirmó Felipe Pinedo Hernández, miembro de la dirigencia de la corriente perredista Unidad Democrática Nacional (Udena).

Advirtió, en conferencia de prensa, que el partido necesita una transfusión de dignidad y de valores ante la crisis que lo invade, y dijo, ante el dirigente nacional de esa corriente, José Narro Céspedes, que se debe revisar qué se hará en las dirigencias de los estados del país ante la renuncia del dirigente nacional.

El Pacto por México fue definitorio para los resultados electorales del pasado Cinco de junio, pues prevalecieron las prácticas sectarias, el agandalle puro sin contemplación que dejaron al PRD en crisis, se desmorona si no actuamos a tiempo rumbo al 2018.

“Necesitamos volver a la cercanía con el pueblo, pues al PRD se le han extirpado sus principales liderazgos fundadores y va quedando en el puro cascarón”, subrayó Pinedo Hernández.

Dijo que Udena tiene la gran responsabilidad de oxigenar al partido y poner de pie al proyecto, y debe ser protagonista en la renovación de la dirigencia y requiere un equilibrio con la sociedad en la etapa de dirección nacional para evitar que los “Chuchos” vuelvan a imperar sobre todas las demás corrientes.

El presidente del Comité Ejecutivo ejecutvo Estatal (CEE), Arturo Ortíz Méndez, debe reflexionar sobre su permanencia en el partido, porque no ha habido una acción autocrítica que perfile las acciones y las tareas rumbo a los procesos que vienen.

José Narro Céspedes llamó a las fuerzas de verdadera izquierda al interior del PRD para reencausar una estrategia partidaria que no sea dominada por las corrientes ni la burocracia que ha secuestrado al partido.

Es necesario un proyecto de cambio en el partido que se ajuste a la democracia y que entre en una nueva etapa mediante la construcción de un gran bloque para recuperarlo, añadió.

Como dirigente nacional de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), dio el apoyo total a los maestros de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de Oaxaca, que han sido sumamente agraviados por el gobierno federal a través de sus corporaciones policíacas, y donde la CNPA tiene amplia participación.

En exigió la reinstalación de 26 maestros despedidos por la Reforma Educativa, que no es otra cosa que un ajuste financiero de plazas y de personal al interior de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Convocó al gobierno federal a una mesa urgente de negociación para la solución del problema de la mal llamada Reforma Educativa y llamó a conformar a un gran equipo de mediación para mantener el diálogo y el acuerdo, como ya lo han manifestado cientos de personajes de la vida política y social del país y del extranjero.