Osvaldo Avila Tizcareño
En días pasados tuve la oportunidad de realizar un recorrido por diversos municipios de la geografía zacatecana como Fresnillo, Saín Alto, Cañitas, Guadalupe, Vetagrande, Pánuco y Trancoso, acudí a encuentros con líderes de comunidades y colonias que se congregaron a efecto de ratificar su compromiso con el antorchismo y establecer las tareas a emprender en los próximos días. Tales eventos se efectúan en un momento importante de la vida política de nuestro movimiento, por ello resulta útil e importante traer algunas reflexiones a cuenta. Veamos.
Primero. El arribo del Presidente Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República implicó el arranque de una campaña con el objetivo de desaparecer de la faz política de la nación a nuestro movimiento; y como en otros tiempos, con la 4t también se acudió al desprestigio que implicaba calumniar a los dirigentes afirmando que vivíamos de los “moches” en detrimento del presupuesto público, esto porque exigimos al gobierno apoyos gubernamentales que no llegaban a la gente, según lo aseguró en reiteradas ocasiones.
Con esta grave acusación, que muchas veces variaba la cantidad estratosférica que implicaba miles de millones de pesos, López obrador impulsó la difamación para generar nuestro desprestigio, acción reforzada con la escalada de distorsiones en los medios de comunicación para sembrar desconfianza en las bases del antorchismo.
Segundo. Como parte complementaria vino luego la sequía absoluta a las peticiones de orden social de nuestros agremiados; cero apoyos sociales, cero obras de infraestructura propuestas por los Antorchistas a efecto de provocar desaliento y el abandono paulatino de nuestras filas en virtud de que no había alternativas de solución a los problemas de la gente.
Tercero. El adelanto de los procesos electorales ha generado el dispendio de recursos a efecto de conquistar voluntades de los aspirantes de todos los colores, hoy de manera subliminal o abierta se posicionan nombres y se convoca a reuniones donde se regalan insumos alimenticios a efecto de ganar simpatías pidiendo a cambio lealtad absoluta del aspirante en cuestión.
A pesar de todo lo anterior, de marchar a contracorriente y enfrentar todo tipo de adversidades, puedo decir con mucho gusto que obtuvimos una respuesta extraordinaria, pues la asistencia es bastante buena y la gran mayoría de los convocados coincidió con nosotros sobre el diagnóstico del país y la urgencia de agruparnos en una fuerza nacional que cambie de raíz los males de la patria.
Y no puede ser de otra manera, porque hoy la inseguridad azota terriblemente a la mayoría de los mexicanos, además la situación económica es adversa particularmente después de la sequía que nos azota al estado provocando el encarecimiento de todos los productos alimenticios, a eso hay que sumar la eliminación de ciertas partidas presupuestales como el Fondo Minero, el Ramo 23, las Estancias infantiles o el FONDEN, marginando aún más a pueblos y colonias.
Por si esto no fuera suficiente, la ineficacia del sistema de salud coloca en la indefensión a la mayoría de los mexicanos que tienen que acudir a consultorios privados o bien a la auto medicación en casos de enfermedad y luego se endeudan para comprar los fármacos, pero hay muchos otros males que lastiman a la gente históricamente empobrecida.
Pues bien, en esa circunstancia tan adversa hoy podemos decir que los presagios fallaron, que muchas veces declararon nuestra desaparición, pero nosotros seguimos teniendo un gran arraigo popular, y a pesar de las dádivas que ofrecen, la gente acude gustosa con nosotros y admite que la adversa situación terminará y saldremos adelante.
En todos estos años hemos logrado crear conciencia de clase en la gente, nuestros compañeros señalan que los programas de entrega de dinero no terminarán con la injusticia social de México, en contra parte afirman que la única alternativa que tiene el pueblo es unirse y conformar una gran fuerza social que tome en sus manos los destinos de la patria y la lleve a un estadio superior.
Finalmente, mediante este escrito felicito a todos los antorchistas que acudieron al llamado y reconozco a los compañeros activistas por su esfuerzo y perseverancia para hacer posibles reuniones tan exitosas y motivantes. Gracias a todos por su participación activa, los conmino a que sigamos avanzando con firmeza y valentía porque más temprano que tarde venceremos.
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