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Por Andrés Vera Díaz

 

Un total de 16 millones 174,080 spots serán difundidos por dos mil 500 estaciones de radio y televisión entre el 5 de abril y el 4 de junio, periodo en que se celebrarán las campañas federales. Durante las precampañas, son siete millones de spots los que se transmitirán.

 

Es decir, más de 24 millones de anuncios. Tan sólo en las 17 elecciones locales se espera una participación de alrededor de 52 millones de electores y a nivel federal podrán votar los alrededor de 84 millones de mexicanos inscritos en el padrón electoral, por lo que el número de spots representa en proporción, más del 20 por ciento del total del electorado pero no significa que el “tsunami” publicitario no inunde en cientos de vistas u oídas la “oferta” política de los partidos a nosotros, los incrédulos electores.

 

Sin embargo, a pesar de esto,¿¡cuál es la credibilidad de los institutos políticos en el grueso de la población, o sea, los ciudadanos de a pie, las amas de casa, los obreros, los taxistas, el ciudadano común?

 

Esta falta de acercamiento del político ensimismado obedece a que las propuestas sean altamente demagógicas, desde el “no queremos gastar tu dinero en comerciales caros” como señala un spot del partido Encuentro Social – como si el gasto fuera en verdad grabar un video con una cámara de alta resolución en lugar de la producción y espacio en televisión-, hasta, “prohibimos los animales con circos”, como si eso redujese la enorme violencia y los más de 50 millones de pobres.

 

¿Cuál es esa opinión del pueblo? Ahora que mi modesto automóvil modelo 1997 está descompuesto, he tenido que utilizar taxis para trasladarme cuando debo llegar a alguna cita con estricta puntualidad.

 

He de decir que la plática con los taxistas es de lo más constructiva, pues son ellos quienes conocen de primera mano, por su oficio, desde políticos, amas de casa, periodistas, prostitutas, drogadictos, oficinistas, estudiantes, etcétera.  En este sentido pues, los trabajadores del volante, carentes de seguridad social y esclavos de jornadas laborales de 12 horas para sacar lo de la liquidación, la gasolina y el “chivo”, son fuente real de la percepción del ciudadano común, es decir, de la mayoría.

 

Algunos, afiliados a organizaciones priistas, se alinean casi religiosamente pero igualmente, expresan su inconformidad cuando el diputado “X”, no les cumplió con lo prometido en campaña, además, es desde la conversación coloquial, cuando uno puede darse cuenta que opinión tienen no solamente de los de “en turno”, sino en general.

 

Algunos de ellos ni saben cuándo serán las elecciones, pero los más ilustrados, que al ver mi herramienta de trabajo, en seguida me preguntan sobre la violencia y la política. Mis respuestas siempre son: “No cubro nota roja, hay muchos medios que se encargan de eso pero no es mi materia de trabajo y; ¿por quién va a votar en las elecciones?”. La respuesta de un taxista guadalupense de hoy llamó mi atención.

 

“Que chinguen su madre todos los partidos, el PRI pura corrupción, los del Verde paleros, el PRD está muy quemado, el PT y MC ni brillan, los nuevos ni siquiera se sabe qué con ellos y Morena, no más arrejunta la porquería que otros no quisieron; no se vale que todos anden saltando de partido en partido, ¿cuál compromiso con el pueblo?, sólo quieren el hueso, sólo buscan sus intereses personales.

 

Por ejemplo, hay unos taxistas en Guadalupe que me dicen que me una con Rafa Flores (actual diputado del PRD y ex alcalde de ese municipio), que porque va a ser gobernador, pero les contestó que no, nada hizo por nosotros, aparte hizo mucho dinero, no más vea la camioneta que trae, ¿eso es ser pueblo?; le dije al chavo que me pidió me uniera que pos él trae sus intereses ahí o a poco Flores cambiará el rumbo del estado; le digo amigo otra vez, que chinguen su madre los partidos, les dan más de 5 mil millones para gastárselos en pendejadas y ese dinero como es de la gente, les vale madre y se lo gastan como si fuera suyo”.

 

Me quedé sorprendido que pese al vago léxico, pudiera a grandes rasgos, expresar lo que mucha gente piensa. Mi respuesta fue: ¿entonces usted cree que los candidatos independientes puedan ser una opción para lo que la gente verdaderamente necesita?

 

Me contestó, “podrían ser, pero están en desigualdad de condiciones, ellos no tienen la lana que tienen los partidos, los partidos ni propuestas hacen, se la pasan desprestigiando lo que otros dejan de hacer, ¿eso qué?; aparte, de propuestas estamos hasta la madre, queremos hechos, si no les resulta lo que siempre prometen que dejen el hueso y a otra cosa, pero no, como hay chance de negocio y buen sueldo ahí se quedan y les vale madre”.

 

Me sentí por un momento aliviado, fue como si por medio de otra voz, estuviese haciendo una catarsis de lo que hace muchos años creo.

 

Pese a la liberación momentánea, no pude ser siniestro y tuve que otorgarle el beneficio de la duda a algunos políticos que aún tiene buenas intenciones pero como dijera Rousseau, “… se puede vislumbrar la alineación que sufren los hombres en la vida en sociedad, pues no tiene autonomía y la dependencia de otros les lleva a convertirse en esclavos”, es decir, por mas bien intencionados que puedan ser, son parte de un sistema político corrompido.

 

Lo dijo George Bernad Shaw”. La democracia sustituye el nombramiento de una minoría corrompida, por la elección hecha por una mayoría incompetente“. Mejor expresión de cómo funciona la política en México no puede haber.

 

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