Tras señalar que el sistema de salud en México se deteriora con el paso del tiempo, al grado de que la población desconfía en las instituciones de salud, el Senador David Monreal Ávila, exhortó a la Secretaría de Salud a presentar un documento donde se especifiquen los contenidos y componentes que comprende la estructuración del Sistema Nacional de Salud Universal.
Indicó que “el principal conflicto con el Sistema Nacional de Salud Universal es que su implementación más que solucionar, podría agravar los problemas a los que actualmente se enfrenta el sistema de salud, además de generar adicionalmente otros”.
Lo anterior sin pasar por alto el costo que tendría y la dudosa viabilidad de hacerlo posible, dadas las carencias que aún prevalecen en las instituciones encargadas de prestar estos servicios.
Señaló que “queda en la incertidumbre saber cuáles han sido las acciones y decisiones que se han tomado para la atención de los diversos aspectos que obstaculizan el óptimo desarrollo de las instituciones de salud, pues hasta no encontrarse con un sistema de salud adecuado y preparado para la transición, no es posible pensar en una reestructuración radical”.
Dentro de lo propuesto se ha hablado de la universalización de los servicios de salud, es decir, que habrá mayor acceso a estos, sin embargo, esto es ilusionismoporque no hay un acceso oportuno a los servicios. Al contrario, sobrecargarían todavía más los servicios públicos y no significarían más recursos para responder a la nueva demanda.
Indicó que “el sistema de salud postulado por el Ejecutivo Federal aún debe enfrentar una serie de retos que sin duda tendrán repercusiones futuras de no ser tratados a tiempo, pues solo a través de la planeación oportuna y un proyecto que encuadre con la realidad de los mexicanos es como será posible la reestructuración institucional de la salud”.
La percepción de expertos y representantes de la sociedad civil consultados por el periódico Excélsior concluyeron que “el Sistema Nacional de Salud Universal para los mexicanos que, según el propio Programa Nacional de Salud 2013-2018, debería traducirse en que un mexicano cuente con el derecho de la protección a la salud, por su condición de ciudadano y no por su situación laboral, se redujo a un intercambio de servicios entre instituciones que no atenderá todas las causas que más enferman y matan a los mexicanos”.
Por otro lado, recordó que “en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2017 -presentado en la Cámara de Diputados-, se hizo un recorte de más de 10 mil millones de pesos al sector salud, cuestión que de entrada además de preocupante, impactará directamente en la universalización de la salud”.
Monreal Ávila advirtió que derivado de la creciente inquietud sobre el avance y el camino que sigue la propuesta, “es prudente solicitar a las autoridades encargadas del proyecto que formalmente expongan con claridad el contenido estructural de la universalidad en salud que los mexicanos demandan, aunado a los avances que se han logrado en la calidad de los servicios que actualmente se ofrecen, para lo cual, se debe tomar en cuenta y laborar en conjunto con los trabajadores del sector salud, pues también son ellos quienes resentirán los cambios de fondo”.