El diputado federal por Zacatecas, el panista Luis Enrique Mercado señalò los defectos que tiene el presupuesto federal, mencionando las partidas de anteriores años para el presupuesto, como para el actual que fué recién aprobado por la camara de diputados.
Asegura que los ciudadanos tienen serias dudas acerca de la eficacia del presupuesto para resolverle sus problemas y las opiniones mayoritarias es que hay desperdicio de recursos, duplicaciones y financiamiento a programas y actividades con escasa o nula rentabilidad para la sociedad.
El legislador federal menciona que el presupuesto federal es resultado de una negociación entre las diferentes expresiones políticas, que logran los acuerdos necesarios para que los fondos reasignados tengan un grado razonable de equilibrios.
Pero que además el presupuesto es la expresión de las prioridades del ejecutivo, en respuesta a las necesidades del país: educación, salud, infraestructura y seguridad.
Mercado Sánchez señaló tres defectos fundamentales para ejercerlos correctamente:
1.- Pone a disposición de los diputados una cantidad enorme de recursos a reasignar, lo cual significa que los legisladores se ocupen más en repartirse una equis cantidad de dinero que en analizar y decidir sobre rumbos y resultados del presupuesto.
2.- El presupuesto carece de metas y mediciones.
La única forma de medir si se gasta bien es medir los resultados. ¿Cuáles son las metas en materia forestal? ¿Cuáles son las metas concretas en materia educativa, o de salud, o de cultura?.
Mientras no haya metas y no se pueda medir el avance, la asignación de recursos son en función de necesidades reales o supuestas.
3.- Los programas para jalar recursos se multiplican como la espuma.
Y no es porque se quiera minimizar alguna necesidad, pero hoy vemos en el presupuesto miles de millones de pesos para equidad de género, para asuntos indígenas, para medio ambiente, cultura, asuntos forestales.
Pero ninguno tiene metas. No hay objetivos ni propósitos establecidos y, por lo mismo, no hay manera de saber si el dinero se está gastando bien mal o regular.
Esas son la ineficacias del presupuesto; los hechos que hacen que los ciudadanos duden de la eficacia del gasto.
Cuando se habla de una reforma fiscal, se refiere a los ingresos, una transformación hacendaria e impositiva; pero también, de gastos, de su eficacia y su medición.
México necesita una reforma fiscal, lo cual incluye aumentar el nivel de ingresos tributarios, de un 10.4% que será el año que entra y que será récord histórico, a 18 o 20%, que es, cuando menos, el indicador latinoamericano.
Y eso supone impuestos de aplicación generalizada, con pocas exenciones.
Pero también, meter la mano en los gastos donde los problemas están en la falta de metas y mediciones, en la multiplicación de programas y en a cantidad de manos que asignan recursos.
Si no corregimos esto, el presupuesto será una buena expresión de acuerdos políticos, pero con poca eficiencia en desarrollo y nivel de vida de los ciudadanos.