• Los buitres y mercaderes de la salud del pueblo zacatecano.
• Los elevados costos que la sociedad paga por servicios médicos particulares.
• El sistema de salud de Zacatecas es altamente empobrecedor de la población.

 

 

 

MANUEL IBARRA SANTOS

 

            La lucha por mejores condiciones de vida laboral emprendida por médicos de la delegación del ISSSTE debiera obligar, en un gran esfuerzo institucional, a emprender una profunda revisión del tipo de modelo sanitario de atención con que cuenta Zacatecas, porque derivado del pago elevado de servicios de salud privada –ante las limitaciones de cobertura de los sistema públicos – miles de familias en la entidad quedan anualmente en situación de absoluta pobreza.

            Datos oficiales aportados por el INEGI y el gobierno de la República señalan que el sistema sanitario de Zacatecas – junto con los de Chiapas y Oaxaca -, es uno de los modelos con los más altos porcentajes de gastos catastróficos por motivos de salud, que inciden en producir mayores tasas de empobrecimiento social.

            Un sistema sanitario público es catastrófico y empobrecedor (así lo establecen los parámetros a nivel internacional de la OMS) cuando por su limitaciones para atender la demanda social, los integrantes de las familias en promedio destinan más del 30 por ciento de sus ingresos para cubrir los requerimientos en materia de servicios privados de salud.

Y nuestro Estado cuenta, en ese sentido, con uno de los sistemas más catastróficos en la República.

            En Zacatecas, más del 60 por ciento del gasto en salud es privado y el 90 por ciento de éste es gasto de bolsillo que se ejerce en mayor parte para cubrir exigencias de atención ambulatoria y adquisición de medicamentos.

Los gastos que la sociedad zacatecana cubre por servicios privados de salud deja a empresas y médicos del sector particular ganancias multimillonarias, sólo comparable con los más lucrativos negocios de una economía formal y/o subterránea, en donde no hay mediación jurídica, ética ni moral alguna, que ponga límite a los excesos de explotación, que conducen a procesos brutales de transferencia de riqueza de familias de muchos de los pacientes hacia corporativos de especialistas, hacia médicos inescrupulosos y en beneficio de las redes de farmacias.

 

EL VOLUMEN DEL GASTO EN MEDICINA PRIVADA DE LA SOCIEDAD.

 

Un estudio reciente realizado por especialistas, que analizó y tomó en consideración datos del sistema cuentas nacionales de la Secretaría de Hacienda y de la encuesta de ingreso y gasto en los hogares en el país (documento integrado por el INEGI), reveló que el gasto privado en salud a nivel nacional asciende  a más de 240 mil millones de pesos, recursos de los cuales el 2%, aproximadamente, los aporta el Estado de Zacatecas.

Son cinco entidades en la república las que concentran los mayores volúmenes de gasto privado en salud por parte de las familias y destacan el Distrito Federal con 40 mil millones de pesos; Estado de México 23 mil millones de pesos; Jalisco $ 20 mil millones; Nuevo León $12 mil millones; y Puebla $ 7 mil millones. Se puede decir, entonces, que el efecto del fortalecimiento de la medicina privada es proporcional al debilitamiento que sufren los sistemas de salud pública.

En Zacatecas el gasto privado en salud y el consumo de medicinas en establecimientos particulares ha creado un circuito financiero anualizado por más de dos mil quinientos millones de pesos, con elevadas ganancias que se distribuyen entre los grandes, medianos y pequeños centros hospitalarios, la atención individualizada de médicos y las redes de farmacias locales y nacionales. El gasto per cápita de salud privada en Zacatecas es en promedio de  mil 700 pesos, mientras que  a nivel nacional asciende a  $2 mil.

Las elevadas ganancias que genera la salud privada ha prohijado el fenómeno de verdaderos ejemplos de especialistas que actúan con profundo sentido humanista, apegados al compromiso hipocrático; pero en el otro extremo también se localiza a los más acabados representantes anti-éticos de los buitres de la medicina, que trafican sin escrúpulo alguno con el dolor humano e incluso con la misma muerte, si de por medio está acumular una ganancia económica adicional, por pírrica que sea.

 

HACIA UN SISTEMA DE SALUD HUMANISTA Y NO CATASTRÓFICO

 

En Zacatecas, resulta necesario avanzar hacia la integración de un sistema de salud público más humanista, pero además menos catastrófico y empobrecedor de la sociedad.

Tenemos que decir con toda precisión, que es preocupante en la entidad la magnitud del gasto privado en este sector, ya que ésta suele ser la forma más inequitativa, ineficiente y regresiva de financiamiento de los servicios de salud en una sociedad.

 

        EL MÉRITO DE LA LUCHA DE LOS MÉDICOS DEL ISSSTE/ZACATECAS

 

            El mérito de la lucha de los médicos del ISSSTE en Zacatecas estriba en que ha colocado en el centro de la discusión pública, uno de los asuntos más cruciales de la sociedad, como es el de la salud pública, tema invisible en muchas de las ocasiones, por omisión y por ignorancia, incluso para los dirigentes políticos.

            La lucha del grupo de médicos del ISSSTE, sin antecedente alguno en Zacatecas, debiese concitar a la solidaridad de todos los sectores, más allá de colores ideológicos, a fin de alentar el debate  serio y responsable, sobre el tipo de modelo de salud pública que necesita nuestro Estado para su desarrollo, que salte la trampa de la mercantilización económica de la salud del pueblo.

            Sin salud pública plena, una sociedad no puede tener horizonte  de prosperidad. Por eso, la lucha de los médicos del ISSSTE, está más allá del ISSSTE mismo y se posa en el corazón de uno de los asuntos más sentidos del pueblo: la salud colectiva de un pueblo.