LOS PAISAJES DE UNA REALIDAD

Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on Google+Pin on PinterestShare on TumblrShare on LinkedInEmail this to someone

Por Marco A. FloresZavala

(Cuarta semana de marzo)

La primavera va arribando. Lo percibo por la fecha y el clima; los árboles de la calle ya florecen, un arbusto está en pleno verde primavera-verano. Con gusto he mirado en las redes las imágenes de cómo las buganvilias y jacarandas van haciendo bellos los paisajes de las ciudades.

Confieso: desde hace años no procuro la luna y sus fases, me voy acostumbrando a medir las estaciones por los colores de los árboles, sus flores y frutos, sin ignorar el piar de las aves.

*

Por cierto, ya miré Proceso (sábado de tarde) –recuerda usted cuando la revista llegaba los lunes por la tarde a Zacatecas, o no la traían, merced a la información contenida-. Es ya otra publicación, muy distinta a la de don Julio y Vicente Leñero. En esta etapa van dos veces que el abogado Julio proporciona testimonios de su ejercicio del poder. En ambas acusa, lo hace sin detalle mínimo, ni prueba alguna.

Me voy configurando una imagen: son las personas del presidente las que le van desmoronando el programa, el proyecto, la idea, la fase que llama Cuarta Transformación. ¡Qué humanos salieron, qué lejanos a ser políticos!

*

El viernes leí la información sobre los desplazados de Valparaíso, la sierra que colinda con otras entidades, Monte Escobedo y Jerez.

Es una región que configura un distrito electoral, es un área que define los resultados electorales. Allá votan muchos, quién sabe cómo será ahora que hay despoblamiento por conflictos que no han prevenido resolver las autoridades.

*

Algunas personas, no muchas, todas trabajadoras en oficios diversos, me relatan el paisaje de la sierra que une las poblaciones occidentales de la entidad.

Si no hay equivoco geográfico, es una zona que va de Jiménez del Teúl al mismísimo Teul de González Ortega. Es la ruta que hizo Luis Moya para revolucionar la entidad –de Nieves, Sombrerete a La Estanzuela…- Es donde se hizo la revuelta cristera. Todo eso, con raíz ideológica.

Ahora me ha recordado la región de los desplazados, sin ser indolente o insolidario, varios libros de literatura: Pájaro vuelve a tu jaula de Severino Salazar y también Desiertos intactos. De Andrés Briseño las antologías de cuentos Iban cayendo las estrellas y Cuentos de febrero en marzo –su centro es Sarabia-. Hay crónicas en Facebook y relatos históricos de Mateo García sobre aquello que es doliente y triste, de un paisaje que es realidad.

Deja un comentario