Políticas públicas a favor de la mujer embarazada y que el Estado no se haga a un lado en su responsabilidad de otorgar servicios de salud para la mujer embarazada en especial en aquellas que enfrentan condiciones de vulnerabilidad, fueron los principales demandas que formuló la sociedad civil de Zacatecas al llevar a cabo el Foro “ Zacatecas por la Vida”.
El Estado mexicano debe brindarle atención y generar apoyos para la mujer, porque desde hace muchos años no ha prestado la atención debida a este sector de la población, muy por el contrario la ha abandonado y dejado sola ante falsas soluciones, como el aborto, sin ver en la persona, ya se la estudiante, la ama de casa, la mujer sola, la adolecente, que desean dar a luz y luchan por sobresalir pero no cuenta con los apoyos necesarios.
En Zacatecas estamos complemente en contra de la práctica del aborto, esa no es ni será la solución a las problemas que enfrente la mujer frente a embarazos no planeados, dijo Guadalupe Escobedo Cid, a nombre de más de 30 organizaciones de la sociedad civil zacatecana.
Así, subrayó la importancia de proteger los derechos humanos, pero, dijo, sólo cuando se construye un sistema de protección de la persona a partir del más débil y en razón de garantizar sus derechos fundamentales se podrá asegurar con eficacia los derechos de todos sin distinción.
La vida, la justicia y la libertad, son los tres derechos fundamentales, pero, deben mantenerse a fin de no afectar a los demás, dijo.
En el evento donde José Haro de la Torre, director del Instituto Zacatecano de la Juventud, en representación del gobernador Miguel Alonso Reyes, realizó la declaratoria inaugural del foro, la abogada constitucionalista Ingrid Tapia sostuvo que pese a que encuestas han revelado que la mayoría de la sociedad no está de acuerdo en el aborto, la pena de muerte y la eutanasia, la clase política está disociada de lo que requiere la ciudadanía.
“En el discurso que promueve el aborto, el lesionado es la mujer, no le legislador, el gobernador, ni el doctor”, dijo la experta en derecho, al subrayar que en el momento en que el Estado prefiere que las mujeres maten a sus hijos en la ley que despenaliza el aborto, se hace a un lado en su responsabilidad de otorgar servicios de salud para la mujer”.
Es decir, “ahora la única propuesta del Estado es te ayudo a matar a tú hijo”, pero si la mujer quiere ejercer su maternidad, la abandona y no le brinda las oportunidades de salud, educación y empleo, agregó.
Por ello, Ingrid Tapia, subrayó que 17 estados de la República han elevado a rango constitucional la defensa de la vida desde su inicio en la concepción, lo que ha sido respaldado por la sociedad civil, pues lejos de criminalizar a la mujer, se buscar garantizarle protección, así como al bebé por nacer e impulsar políticas públicas y se destine presupuesto a favor de la mujer embarazada.
En un auditorio de esta ciudad, Verónica León Pichardo, del Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia (IRMA) dejó claro que al momento son la única institución que brinda apoyo a la mujer que ha se ha visto orillada a un aborto.
Y han detectado que el síndrome postaborto se traduce en que el 77% presenta depresión; 71 % trastornos de ansiedad; 90 % baja autoestima y codependencia y trastornos del sueño 59%; problemas en sus actividades de escuela o trabajo 50%; ruptura de la relación de pareja 61% y 31 % rechazo a las relaciones sexuales .
En tanto Lianna Rebolledo, presentó a los jóvenes su testimonio de vida, pues a los 12 años fue agredida sexualmente. “En un intento de suicidio fui a dar al hospital y ahí los doctores me informaron que estaba embarazada. En un ultrasonido, escuché el corazón de mi bebé y entonces me di cuenta de que por fin tenía algo que me pertenecía, que era mio y decidí tenerlo”, dijo.
Ahora, su hija tiene 20 años y se ha convertido en el motor de su vida, convencida de que “yo no le di la vida, ella me dio la vida a mi”.