No tiene lógica – o tiene demasiada- el que el Gobierno Federal encabezado por Enrique Peña Nieto esté realizando recortes millonarios en estados priístas en las vísperas de las elecciones de este año.
Deja mucho a qué pensar, debido a que ese recurso podría canalizarse a programas de corte social para intentar realizar un arrastre de personas necesitadas para que puedan condicionarse su voto a José Antonio Meade, quien hasta este momento siendo precandidato no ha prendido como ha esperado tanto Peña Nieto como Felipe Calderón.
Esto parecería indicar que el panorama para Andrés Manuel López Obrador está abierto para ganar su tercera elección, después de haber perdido dos elecciones contra el PAN y el PRI.
La otra vertiente sería que EPN está preparando sus maletas y echando todo el dinero que pudiera a sus bolsillos y de sus colaboradores porque ya tiene la derrota asegurada y «negociada», tal como lo pudo haber revelado el mismo AMLO cuando se le cuestionó en un noticiero de Estados Unidos si encarcelaría al actual Presidente, a lo que dijo que no, poniendo de pretexto que no realizaría cacería de brujas.
Entonces el leer entre líneas puede dejar entrever que ya hubo acercamientos de gente de AMLO con la de Peña Nieto para poder salir de Los Pinos sin ningún escándalo.