“MEMORIA INVOLUNTARIA”, EN CIUDADELA DEL ARTE

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exposicionLa obra del artista plástico regiomontano Enrique Cantú, se exhibe en las Salas de la Bóveda I y II del Centro Cultural Ciudadela del Arte, esta muestra es una selección de los últimos veinte años de trabajo del pintor, en la cual plasma un vivo color en  figuras planteadas desde un psicoanálisis de recuerdos felices, dolorosos de la vida cotidiana plena de emociones que conforman una memoria en la que se puede observar, la creatividad y sobre todo la esencia humana de su autor.

La muestra la conforman 24 piezas parte  de la  numerosa colección particular, del artista y  de la Pinacoteca de Nuevo León, algunos títulos: Ofrenda oscura, Juguetes I y II, A dónde van a morir los pájaros,  autorretrato, Fragmento Florentino II, Reflejos del Ocaso, Guardianes pétreos 2001, etc. mismas que invitan a la reflexión de que somos y no lo sabemos, de la naturaleza muerta tiempo paralizado, de estar solos y en silencio y de pintar para ser más humanos,  según cita Avelina Lésper en el catálogo del pintor.

Elvira Lozano de Todd. Directora de la Pinacoteca de Nuevo León, expresa “Las escenas que el pintor Enrique Cantú plasma en la exposición retrospectiva «Memoria involuntaria», son profundamente evocadoras y enigmáticas, entre fondos de colores suaves. Nuestro artista presenta una colección de obras producidas entre 1990 y el 2015, realizadas con sensibilidad, sutileza y maestría. Cada obra es una historia con laberintos de sensaciones e inquietudes y de silencios que resultan dramáticos.  En sus cuadros realistas, apreciamos algunos personajes y en otros solamente hay objetos cargados de recuerdos, que muestran una gran diversidad de emociones como el dolor, la pérdida, la ausencia, la soledad y la espera.

El pintor nos lleva a un recorrido por instantes intimistas que nos transportan a zonas secretas y ambiguas, profundamente humanas, demostrando así su penetración psicológica y el manejo del color y las figuras”. Elvira Lozano de Todd. Directora de la Pinacoteca de Nuevo León.

 La obra de Enrique Cantú para «Memoria Involuntaria» fue seleccionada de lo más representativo de los últimos 20 años de trabajo, mismo que se ha enriquecido con el acervo de colecciones privadas e instituciones existentes en Nuevo León y en el país.

En su proceso creativo, Enrique especula continuamente con infinidad de dibujos-bocetos previos, donde  mediante un riguroso juego de posibilidades, elige hasta encontrar la distribución perfecta y la composición espacial ordenada y nítida que después ocupará el plano de la pintura a la manera de piezas del rompecabezas. En algunos casos, nos recuerda el proceso similar seguido por George Seurat quien trataba cada figura u objeto en forma independiente para después armar el tema deseado. La elección que hace de su inventario de imágenes  y modelos siempre está acompañada de evocaciones, emociones y sensaciones nostálgicas, la mayoría envueltas en una atmósfera de tiempo suspendido.  Sus interiores en general ausentes de personas están creados para nosotros, como invitados a participar en la escena, o a  ser uno más de los personajes ensimismados que conviven distantes entre sí, inmovibles, ausentes,  similares  a los  seres existencialmente condenados a la soledad  que magníficamente retrató el pintor norteamericano Edward Hopper. El silencio es el común denominador… así como la inmovilidad dentro de un mundo de evocaciones surgidas de esa memoria involuntaria que provee y viste de «realidad» cada una de sus obras. Las ventanas abiertas dan a la calle o a paisajes urbanos deshabitados, las mesas dispuestas  y las flores esperando al invitado, objetos del deseo que  nos dan la bienvenida, en otros aparecen huellas de presencias que indican ausencia y una nueva expectativa. Las flores en muchos de sus cuadros parecen perfumar discretamente el ambiente, y, la luz y el color dramatizan los escenarios. La realidad aparece como inevitable llena de ambigüedades y también cargada de costumbres. La vida  es costumbres o más bien una sucesión de costumbres, como el individuo es una sucesión de individuos, sorteadas por momentos de crisis y dificultad donde todo ocurre: dolor, dificultad y tedio, y también fertilidad fecunda. Como espectadores respondemos sin saber si lo que observamos es realidad o  sueño o ambas cosas.

Manuel Meza,  Subdirector de Ciudadela del Arte informó,  que la muestra permanecerá en este espacio hasta el día 19  del mes de octubre del año en curso, en colaboración del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”.

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