Al encabezar la ceremonia conmemorativa por los 500 años de la ejecución de Cuauhtémoc, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo destacó la importancia de pedir perdón por las atrocidades cometidas contra los pueblos originarios, señalando que este acto dignifica tanto a quien lo ofrece como a quien lo recibe. Además, enfatizó que el racismo y la discriminación aún persisten y que la mejor manera de erradicarlos es a través de la memoria histórica y la reivindicación de los pueblos indígenas.

Sheinbaum resaltó el legado de resistencia y valentía del último tlatoani mexica, quien luchó hasta el final para defender a su pueblo de la invasión española. En su discurso, recordó que los principios del Humanismo Mexicanotienen sus raíces en las culturas originarias y que Cuauhtémoc es símbolo de dignidad, libertad y soberanía para las y los mexicanos.

En la ceremonia también participaron la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, quien reconoció la influencia de Cuauhtémoc en los pueblos originarios de la capital, y la arqueóloga Patricia Ledesma Bouchan, quien subrayó la juventud del tlatoani al asumir el liderazgo de Tenochtitlan. Asimismo, la maestra Rita Mariel Romero Bermejo, de la Academia de la Lengua Náhuatl, mencionó que su lucha ha inspirado a otros héroes nacionales como Emiliano Zapata.

El evento contó con la presencia de todo el Gabinete legal y ampliado, reafirmando el compromiso del gobierno con el reconocimiento y la defensa de la historia y la cultura indígena de México.