El mundo de la música despide a una leyenda: Clem Burke, histórico baterista de Blondie y figura clave del punk y la new wave, falleció este martes a los 70 años, tras librar una batalla privada contra el cáncer. Su partida deja un vacío enorme entre los amantes del rock que crecieron con su energía inconfundible tras los tambores.

Burke fue mucho más que un acompañante de Blondie; fue el corazón rítmico detrás de éxitos como Heart of Glass, Call Me y One Way or Another, temas que marcaron a generaciones enteras. Su estilo versátil y potente lo convirtió en una figura indispensable no solo en su banda, sino en la escena musical de los años 70 y 80.

Además de su trabajo con Blondie, Clem colaboró con artistas de la talla de Bob Dylan, Iggy Pop y hasta llegó a tocar con los Ramones, demostrando que su talento trascendía géneros y etiquetas. Su batería no solo marcaba el tempo, también contaba historias, rompía moldes y desafiaba normas.

Con más de cinco décadas dedicadas a la música, Clem Burke deja un legado vibrante, una carrera construida a base de pasión, entrega y ritmo. Su vida fue una sinfonía de rebeldía y arte, y su influencia perdurará en cada golpe de tambor que inspire a nuevas generaciones.