Gabriela García
Ya se siente la nostalgia de las fiestas decembrinas y el cierre del año 2023, es una temporada en que muchas personas organizan sus convivencias en medio de la espiritualidad, la paz y la felicidad por el nacimiento de Jesús en Belén, el redentor de la humanidad que vino al mundo hace más de 2 mil años en una región que actualmente está en un conflicto que no se le ve salida.
La guerra es protagonizada por Israel que tras los hechos para borrar de la faz de la tierra a Palestina, así es como el pueblo elegido, hoy muy poderoso por todo el dinero, armas y poder que le brinda Estados Unidos, demuestra el amor por el prójimo que enseñó el hijo de Dios.
Los ataques de Israel contra Palestina se dieron en represalia al grupo Hámas que bombardeó a los invasores judíos el 7 de octubre, pero hoy el drama humanitario ha alcanzado niveles no imaginados que nadie puede detener. Según la información que llega aquí, los muertos en la guerra de Gaza casi ha superado los 17.500, de ellos el 70% son mujeres y niños.
Así en el tema internacional, pero volvamos a nuestra propia realidad, pues necesariamente se hace una evaluación de las metas individuales y familiares logradas, que también trasciende a escenarios sociales donde estamos inmersos, por consiguiente buscaremos que en el 2024 se superen las expectativas en el trabajo y la salud.
Con tristeza descubriremos que la realidad se impuso con factores que intervinieron para que los objetivos planteados no pudieran lograrse, entre ellos aparece siempre la falta de empleo, la presencia de alguna enfermedad; pero al igual afectaron los temas de inseguridad y de violencia, así como el encarecimiento de los productos de la canasta alimentaria que afecta a todos, pero no de forma igual como consecuencia del modelo capitalista del país que antepone la ganancia por sobre el sufrimiento de la gente.
Y las empresas se las han arreglado para no perder sus ganancias, como la estrategia de hacer chiquitos los productos de consumo, en lugar de aumentar su precio, cosa que no es algo nuevo, aunque el fenómeno se ha hecho más evidente en los últimos meses ante el aumento del precio de las materias primas, porque todo puede pasar, menos que los ricos pierdan su dinero.
La crisis económica es grave, pero más son los hechos de inseguridad que en los cinco años del sexenio del presidente de México están alcanzando los 174 mil asesinatos, y si a estos datos se suman los 113 mil desaparecidos, nos da un total de casi 220 mil mexicanos que son llorados por sus familiares.
Aunque la estrategia del mandatario mexicano no da resultados, él se molesta y desestima los datos que se generan en su propio gobierno, pero las familias afectadas aseguran que las autoridades no hacen ningún esfuerzo significativo para encontrarlas; en tanto, López Obrador hará modificaciones al método de conteo, porque asegura que sus enemigos mienten para sacar raja política.
AMLO acusa que los casos reportados por opositores políticos son para avergonzar al gobierno, y de seguir con esta tendencia, al cierre del sexenio el 30 de septiembre próximo se habrán de rebasar los 200 mil homicidios, esta es una verdadera tragedia nacional que trajo el gobierno de la transformación, a lo que hay que sumar los 11 millones de mexicanos en pobreza extrema.
El próximo año 2024, será muy difícil, la gente deberá apretarse el cinturón pues pasadas las fiestas vendrá la conocida cuesta de enero, tiempo que se resiente el efecto del aumento del precio de todas las mercancías, entonces el anunciado incremento del salario que presume el gobierno quedará en nada y los trabajadores de México seguirán sólo luchando para salir adelante con sus familias.