Osvaldo Avila Tizcareño
Ofrezco disculpas por adelantado a mis escasos lectores al ocuparme de un tema del que ya de forma brillante y exhaustiva se han ocupado otros estimados camaradas, sin embargo siento la obligación de dar mi modesta opinión ante la reciente cargada contra Venezuela.
Desde el año pasado argumentando un triunfo en las urnas de Edmundo González, quien se proclamó Presidente sin presentar las actas que lo acreditaban como tal y con el respaldo de la líder opositora María Corina y centenas de partidarios, salieron a las calles a vitorear que habían ganado en las urnas y después de ello vino el respaldo de Estados Unidos y aliados.
Ante el abandono de su patria del autoproclamado excandidato opositor y el alejamiento de los reflectores de su compañera de batallas disminuyó la tensión nacional y externa, pero ante la proximidad de la toma de protesta de Nicolás Maduro regresó la campaña contra el gobierno electo.
Días antes se congregó un grupo de expresidentes de América Latina entre los que se encontraban Vicente Fox y Felipe Calderón, sobre todo este último asumió una posición protagónica, escuché una entrevista de radio donde condenaba al dictador Maduro y denunciaba la supuesta represión contra los líderes opositores, nunca aportaba una prueba, ni una foto o video; pero hay más, ¿con qué atribuciones se atreve el expresidente a intervenir en la vida de una nación soberana?, ¿tendrá autoridad moral un gobernante como Calderón que fue ungido en un proceso tan cuestionado? ¿cómo puede opinar Fox sobre falta de democracia e intromisión, si él hizo lo propio en su gestión? Todos los mandatarios, incluidos los compatriotas, argumentaron defender la democracia y resulta necesario reflexionar si no es esa una responsabilidad de los propios venezolanos, que les guste o no a los pseudodemócratas han confiado de nueva cuenta en Nicolás Maduro.
También el histrionismo de María Corina debe llevarnos a la reflexión, nadie puede aplaudir la represión, pero ¿cómo es posible grabar videos de denuncia mientras sufres represión?, ¿cómo mantener un dispositivo móvil a la mano y no usarlo para poner al descubierto la agresión sufrida?, una transmisión en vivo pudo ser demoledora para poner al descubierto las acciones de los “trogloditas” que abusan del poder, pero nada de eso, sólo abusó de la incertidumbre al desaparecer y videos posteriores que dejan en duda los actos represivos, que en caso de ser cierto deben ser condenados, pero dejan muchas dudas la forma en la que se informan.
Varios actores de la vida pública, comentaristas e incluso funcionarios públicos se han manifestado condenando el ungimiento del “dictador”, ¿como pueden llamar dictador a alguien surgido de un proceso democrático?, El reciente abdicado líder canadiense Justin Trudeuo llevaba 9 años en el poder ¿aquí no aplica el término de dictador? Cuestionan el que no exhibió Maduro las actas que lo acreditan como ganador, pero en todo caso tampoco lo hizo su contraparte pues es obligación de las instituciones electorales hacerlo.
Está claro que estamos ante un nuevo ataque a la soberanía y que a nombre de la democracia y libertad se pretende hacer comparsa de los intereses de los estadounidenses que echan ojo a los recursos naturales de ese país. Abramos bien los ojos, hoy se trata de Venezuela, mañana podemos ser nosotros.