PLAZAS DE VETUSTA

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plaza de armas en 1952Marco A. Flores Zavala

 

Es importante interrogar: ¿es necesario remozar el solar que denominamos plaza de armas?

 

En estos días leo unos documentos para elaborar un texto que describe a los hombres del poder (gobernadores, diputados, elite económica, funcionarios federales, esposas e hijos de los anteriores).

 

Sitúo su cultura y prácticas.

 

Es hermoso notar como llaman a la actual plaza de armas: «de la Constitución» (refiere la de Cádiz), Jardín Hidalgo (refiere el sentimiento de patria decimonónica).

 

A los vecinos de ese solar, refiero a los decimonónicos, los conozco hasta el grado de saber lecturas, cursos escolares y amores.

 

No me parece una novedad, lo he escrito, los gobernadores conservadores (Imperio, década de 1940-1960), los centralistas (Villegas, Franco), los tradicionalistas (cuya moral pública afloran) son quienes remozan y remozan las áreas que posibilitan mayor congregación social.

 

Tienen afán de conocer e inventar al pueblo. Pero siempre lo harán desde los balcones de los edificios (palacios no, no son nobles) y los estrados…

 

El actual proyecto de remozamiento de la plaza de armas no indica una respuesta a un tránsito cultural, menos a la inversión de un proceso de cambio social. Es una ordinaria imposición gubernamental.

 

No leí los criterios ideológicos (deben presentarse), la justificación histórica (debe existir) ni la proyección de una plaza que armonice «tradiciones (vaya invenciones)» con necesidades sociales contemporáneas para vecinos, visitantes, transeúntes y turistas.

 

¿Existe una justificación para el remozamiento? no lo creo.

 

Y por favor, por favor, no invoquen eso de plaza barroca… No se chinguen a sí, porque muestran ignorancia extrema.

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