*Sale por Cédula Apócrifa; no por “Arreglarse” el Presupuesto
*Para Ripley, en la ALDF; Calladitos, Meditaron y se Dejaron “Guiar”
Argonmexico / Siguen los Falzatis… Mientras los diputados se alistan a entrarle de lleno al debate en torno a las minutas-casi-leyes en materia energética, ya resueltas en el Senado; en San Lázaro hay “servidores públicos” que hacen maletas. Algunos, por el próximo relevo el 31 de agosto de la Mesa Directiva; otros, por rodearse de mentiras y de mentirosos.
Esta última la inicia ya José Raúl Márquez Córdova, hasta este 21 de julio director general de Editorial e Imagen Legislativa, de la Coordinación de Comunicación Social de la Cámara de Diputados; cargo al cual renunció ipso facto, ante la publicación de una nota en El Universal donde se descubre que ha presentado título y cédula profesional.
De acuerdo a un escueto comunicado de 50 palabras, 21 de ellas artículos, “su decisión tiene la finalidad de que las autoridades concluyan lo conducente en torno a los señalamientos conocidos este día de manera pública.”
La nota publicada denuncia: El director general de Editorial e Imagen Legislativa de la Cámara de Diputados, José Raúl Márquez Córdova, tiene licenciatura y cédula profesional falsas, de acuerdo con documentos oficiales de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Refiere que en el oficio número DGP/DJ/ 1354/2014, la Dirección General de Profesiones de la SEP informó que “no existen antecedentes profesionales” que acrediten que este funcionario público, el cual percibe un sueldo mensual bruto de 123 mil 976 pesos, tenga una carrera académica reconocida.
“Informo a usted que, de la consulta realizada en el Sistema del Registro Nacional de Profesionistas (de la SEP), no se encontraron antecedentes profesionales a nombre de José Raúl Márquez Córdova, con licenciatura en Economía, y la cédula 2545700 corresponde a otra persona”.
Y aunque no habla de compadrazgos, añade que: el funcionario, quien depende directamente del coordinador de Comunicación Social de la Cámara de Diputados, Óscar Argüelles Dorantes, usa una cédula profesional que, de acuerdo con la misma SEP, le pertenece a un ciudadano identificado como Jesús Alfredo Molina Vázquez, quien es licenciado en Derecho por la Universidad Valle del Bravo, en Tamaulipas.
De acuerdo con el currículum vitae y la cédula profesional que Márquez Córdova presentó para ser contratado como responsable del manejo de la imagen institucional de la Cámara de Diputados, dijo ser licenciado en Economía por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); y presentó la cédula profesional número 2545700, supuestamente emitida por la SEP el 20 de noviembre de 1996, pero la dependencia educativa la desconoce.
Tras una búsqueda en la página electrónica del Registro Nacional de Profesionistas de la SEP se corroboró que dicha cédula pertenece a Molina Vázquez, quien se tituló como licenciado en Derecho, en 1997. En su currículum, Márquez Córdova no especifica los años cursados en la UAM ni en qué plantel; sin embargo, sí dio detalles de sus cursos extracurriculares.
Por ejemplo, afirma que en diciembre del 2000 tomó un curso en Planeación, Evaluación y Administración en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Ciudad de México; y en noviembre de 2001 un diplomado en Administración Estratégica de Instituciones Públicas, en la Universidad de Berkeley.
Fácil de falsificar
Según el ahora exfuncionario de la Cámara baja, en 1994 laboró con el comisionado para la Paz en Chiapas y actual senador del PRD, Manuel Camacho Solís; fue “asesor” en el ISSSTE y en empresas de monitoreo de medios de comunicación. Antes ocupó la Dirección de Imagen Institucional de la administración del exjefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard.
Vale anotar que en la primera quincena de marzo pasado, se publicó en este y en otros medios que el susodicho personaje “autorizaba” la difusión de publicidad de excesivo costo a empresas de las cuales se decía él mismo era socio. Entonces se dijo que le habían iniciado auditorías, pero no hubo nada en concreto. Y como reza el adagio húngaro: para qué hacer las cosas sencillas, si se pueden complicar…
Calladitos, meditaron y se dejaron guiar… El presidente de la Comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Fernando Mercado Guaida, fustigó a la Mesa Directiva porque durante la Sesión Permanente del miércoles pasado le cedió la tribuna al budista Gyalwang Drukpa quien les dio su mensaje de paz y “guió” a los diputados asistentes en un ejercicio de meditación.
El legislador priísta hizo un llamado al Partido de la Revolución Democrática en la ALDF a que sea congruente con los principios de laicidad que deben imperar en las representaciones de los poderes, lo que tanto ha pugnado la izquierda, y que se mantenga al margen de asuntos religiosos de cualquier índole.
Tras la visita del religioso budista, Fernando Mercado recordó que la Asamblea Legislativa permitió que un “invitado de honor”, que ostenta una representación religiosa, dirigiera un mensaje desde la máxima tribuna de la Ciudad.
“Si bien reconocemos y admitimos que se le deben las atenciones y protocolos republicanos correspondientes, es un exceso que se le cediera el uso de la tribuna a la mitad de una sesión de la Diputación Permanente, hecho que no corresponde con los principios del Estado laico por tratarse de un líder religioso interviniendo durante el desarrollo de una sesión de trabajo de los diputados e invitándolos a meditar, no era el momento ni el lugar”.
E insistió: Es un líder de carácter religioso que al hacer uso de la tribuna rompe con los principios democráticos y del Estado laico por los que tanto hemos pugnado las distintas fuerzas políticas, en especial el PRI. Es lamentable que el PRD se ufane de promover estos actos.
Incluso lamentó que con el afán de quedar bien, se tomen decisiones a ‘bote-pronto’. “No imagino un escenario en el que en algún congreso de otra entidad diputados de cualquier otro partido invitaran a la tribuna a un líder religioso católico, incluso en la ALDF, seguramente el PRD saldría a criticar el asunto”. Tan buenas-almas que se veían. Como no hay cabeza, cualquiera cambia la agenda parlamentaria…