*Voceros, Mudos; Comunicadores, sin Poder Comunicar
*Todo Completo, Pero por Circuito Cerrado de TV
Argonmexico / Y dónde está el piloto… La crónica de Juan Pablo Becerra Acosta, difundida en el portal de Excélsior este 02/09/2014 a las 03:05 PM, marca la pauta. Vale recordar que la fuente presidencial de los tiempos peñistas es nueva. Es distinta a la de hace dos o tres sexenios, o más.
“Es el Día del Presidente otra vez. Ya no hay, desde el último año del sexenio de Vicente Fox, ni gritos ni sombrerazos, ni interpelaciones de legisladores contra el Presidente en el Congreso.
“Ya acabó aquello de «tírele al Presidente». Ahora, como antaño, en la época del partido de Estado, el Jefe del Ejecutivo ha buscado un espacio donde nadie lo interrumpa. El año pasado ocurrió en Los Pinos, donde Enrique Peña Nieto fue interrumpido por aplausos 20 veces en una hora. Un promedio de aplausos cada tres minutos…
“En el Patio Central han sido colocadas cuatro enormes pantallas y cinco cámaras aéreas. Es como un gigantesco set televisivo, donde cientos de personas esperan al Presidente, el hombre del momento, como dicen los gringos al presentar a alguien famoso, de moda…
“11:26 La hora de los abrazos. Aquí están ya decenas de empresarios, de los más destacados del país; como los de apellidos Slim y Alemán, charlando de pie. Es la zona VIP. Ahí, donde los políticos, especialmente los de corbata roja, los priístas, hacen su paseíllo. Los viejos como Humberto Roque Villanueva, el de aquella Roqueseñal, la del aumento del IVA. O el inmortal líder ferrocarrilero, Víctor Flores, con sus lentes oscuros de malo de película.
“Pero son tiempos de los priístas nuevos en Palacio Nacional. Como Emilio Gamboa, el reformador que es tan solicitado y abrazado ahora mismo. O el otro gran reformista, Manlio Fabio Beltrones, que no para de sonreír y palmear a quien se le acerque.
“Suena una música ambiental con una suave voz femenina de fondo. Es como un lounge político lleno de cordialidad. Los políticos de hoy son como hijos del chill out, y el rector de la UNAM José Narro, también. La gente de organismos como el INE con Lorenzo Córdova al frente, se le suman.
“Pero los más cool ahora son los de la izquierda, que se suman al Día del Presidente: Mancera al frente, el jefe de gobierno; Silvano Aureoles y Miguel Barbosa platicando con el secretario de Hacienda Luis Videgaray con quien se abrazan efusivamente. Los gobernadores Graco Ramírez y Ángel Rivero también se han sumado al ágape discursivo…
“Son las 12:00. El Presidente anda ya por el Salón de Embajadores. Cadetes militares le hacen guardia. Baja escalinatas a toda prisa. 12:02 Aplausos. Él saluda a la bandera y agradece las palmas. Saluda a los perredistas Aureoles y Barbosa, los presenta a su lado como representantes del Senado y la Cámara (baja).
“Arrecian los aplausos. Dos minutos de aplausos. El México cool de hoy, donde la oposición silba tersuras. Arranca el informe. El Presidente lee dos teleprompters. Sus palabras son acompañadas por vídeos proyectados en las pantallas gigantes. Peña Nieto aplaude literalmente a los legisladores por aprobar sus reformas. Agradece a los gobernadores por trabajar juntos contra la delincuencia.
“Afirma que los homicidios han bajado 27%, que los robos en casas 13%, los secuestros 6% y las extorsiones 20%. La gente de las organizaciones de la sociedad civil, expertas en esto, como María Elena Morera, miran las cifras y no ponen cara de acuerdo. En días recientes estas organizaciones han dicho que los conteos están mal hechos.
“Rosario Robles sonríe ampliamente cuando Peña Nieto menciona que avanza contra la pobreza, aunque dice que como ésta sigue prácticamente igual que hace 20 años, hay que buscar nuevas rutas. Ahí ya no sonríe.
“Por novena vez el respetable público ahora sí interrumpe al Presidente con aplausos, y como estamos ya en el México político del chill out, los perredistas aplauden al Presidente en el zócalo. Impensable hace unos cuantos años, en los tiempos en que López Obrador mandaba aquí, al lado. Aquí están Mancera, Barbosa, Silvano, Graco; aplaude y aplaude al Presidente… priísta.
“Todos, pero todos aplauden… Al menos aquí, en Palacio Nacional. Panistas también como Diego Fernández de Cevallos, José González Morfín, Gabriela Cuevas y los gobernadores de Baja California, Kiko Vega; y de Puebla, Rafael Moreno Valle.
“Aquí se habla de todo. El Presidente se congratula que la Fórmula 1 vuelva a México luego de 23 años; del combate a monopolios de televisión y telefonía, con nuevas cadenas y más operadores. Carlos Slim y Emilio Azcárraga no cambian sus semblantes. Inmutables.
“La grada empresarial, a la derecha del foro, no aplaude cuando el Presidente recuerda que con la reforma fiscal que implementó, los que más tienen, más pagan. Habla del nuevo aeropuerto. Mañana, avisa, presentará el nuevo proyecto. Dice que será la obra de infraestructura más importante de México en los últimos años.
“Por vigésima ocasión, el respetable interrumpe al Presidente con aplausos. Empata la marca del año pasado. Que la Reforma Energética marcará un antes y un después en México, dice el Presidente. Pues sí, porque vuelve el capital privado nacional y extranjero en toda la cadena productiva. Revolución energética, dice que es lo que está ocurriendo.
“México necesita un cambio mental, un cambio de actitud, un cambio cultural, dice Peña Nieto y a las 13:34 termina. Una hora 27 minutos de discurso. Casi media hora más que el año pasado. Abrazos de nuevo a los perredistas Barbosa y Silvano.
“Y entonan todos el Himno Nacional, en este Nuevo México político del chill out, en el que, durante el renovado Día del Presidente, todo es cordialidad. Peña Nieto se despide, hace un paseíllo, y las 138 lámparas medianas y las 22 grandes se empiezan a apagar en el Patio Central de Palacio Nacional, cubierto por una gigantesca lona…” Y vuelve la música de fondo, suave voz femenina la completa.
Hasta aquí la crónica, espléndida de Becerra Acosta. Hasta aquí lo que observa un Juan Pablo con sus ojos; que no los ojos de todos los comunicadores acreditados. Que no, la mirada de los periodistas que no fueron admitidos para realizar la cobertura de tan magno evento.
Atrás quedaron aquellos tiempos en que los comunicadores se peleaban el chacaleo, la nota mejor, la entrevista exclusiva, la crónica excelsa; la que los lectores esperaban. Hoy los arrinconan, los bloquean, les impiden saber qué pasa en torno al presidente. Lo que no fue, no será. Paren esta masacre, que pudo ser Republicana…