*Cien mdp “Enterrados”, Otra Pifia del Gobierno de Tabasco
*Parto en Huimanguillo, Afuera de un Hospital
Argonmexico / Salieron con su batea de babas… Cuatro días después de haber anunciado con bombo y platillo que en una casa del fraccionamiento Palma Real, en la capital de Tabasco, “desenterrarían” 100 millones de pesos, que supuestamente fueron extraídos del erario por el en su momento gobernador Andrés Granier Melo; la Procuraduría General de Justicia del Estado terminó por aceptar su fracaso.
Bastaron algunas “filtraciones” a comunicadores y medios de comunicación el jueves pasado, respecto a que agentes ministeriales de la Procuraduría Estatal habían recibido un “chivatazo” sobre el asunto, y que de inmediato iniciarían un operativo de cateo en una residencia de Villahermosa. Pero nada, al final las autoridades sólo quedaron en ridículo.
Según la versión difundida entre algunos periodistas desde las esferas del poder estatal que comanda Arturo Núñez Jiménez, “unos delincuentes habían delatado que ellos conocían el lugar donde se habían enterrado 100 millones de pesos robados a cuentas bancarias manejadas por el gobierno estatal».
Acto seguido, medios tabasqueños bien asidos al presupuesto estatal, procedieron a califica al anuncio como otro «gran golpe en contra del exgobernador Andrés Granier Melo”, quien actualmente se encuentra recluido en la capital del país.
Todo inició el pasado día 9 de este mes, cuando mediante un espectacular e inusual megaoperativo elementos estatales y federales arribaron a las calles de Warnequi esquina con Kerpis del fraccionamiento Palma Real, de la ranchería Ixtacomitán, donde precisamente unos días antes se detuvo a cuatro presuntos asaltantes.
La historia del fiasco. Tras la llegada de decenas de peritos y albañiles, incluso de expertos de la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delincuencia Organizada (SEIDO), de la Procuraduría General de la República con cuatro perros amaestrados, arribó también al lugar el procurador de justicia de la entidad, Fernando Valenzuela Pernas, quien el viernes 10, luego de supervisar los trabajos abandonó el sitiado lugar.
Incluso la fiscal especial de la PGJ para el caso Granier, Luz del Alba Pardo Cruz, encabezó la búsqueda al frente de personal de la Policía que iba y venía del lugar, pero sin que haya habido algún cambio significativo en los trabajos que realizaron.
Según fuentes policiacas, los detenidos en el lugar hace unos días, tres hombres y una mujer, revelaron la ubicación del dinero durante los interrogatorios, bajo el argumento de haber sido contratados para recuperarlo, sin revelar su identidad. Presuntamente se trata de unos 100 millones de pesos.
De inmediato, el gobierno estatal en turno a través de los medios que tiene en su nómina, culpó al exgobernador Granier, bajo el pretexto de que dicho domicilio pertenece a la que fuera titular del CEAS, Clisérida Rodríguez, actualmente recluida en el Centro de Readaptación Social del Estado de Tabasco (Creset) por fraude y otras acusaciones.
Fue así como los “sabuesos” del gobernador Núñez Jiménez cayeron en la cuenta (falsa, finalmente), que el dinero presuntamente enterrado era parte del monto que el exmandatario se había robado del erario.
Pese a todas las perforaciones, este lunes se dieron por concluidas las investigaciones oficiales del caso, con un pobre reporte de cero logros. Luego de realizar excavaciones en toda la casa y el terreno de la misma, no se encontraron los supuestos 100 millones que la fiscalía del caso Granier había considerado en principio.
Ahora, el pueblo tabasqueño hace mofa de lo que se considera como un gran fracaso por parte de la Procuraduría de Justicia de la entidad al mando del académico y exdiputado expriísta, Fernando Valenzuela Pernas. Además, con ello se jaló de paso a su jefe, el mandatario estatal. Ya les llaman los topos, por aquello de que hacen agujeros donde sea. Ni qué decir, de que los hay, los hay…
Cosas veredes Sancho… Y sí. En tanto decenas, quizá cientos de “servidores públicos” buscaban afanosos en Villahermosa los millones de pesos supuestamente “enterrados” por el granierismo, una joven mujer daba a luz en el asiento de una camioneta estacionada en los patios del Hospital Regional de Huimanguillo, porque en una primera solicitud le negaron la atención en el nosocomio.
Andrés Juárez, esposo de la joven madre, acusó que horas antes del parto él y su mujer, Dora Montiel Carrillo, de 20 años de edad, habían acudido a solicitar la atención médica; sin embargo, fueron regresados y volvieron horas después, pero ante la falta de atención, el bebé nació en el estacionamiento.
Dijo que ante los inicios del parto accedió al nosocomio a solicitar ayuda, pero ante la tardanza de la atención y los servicios del hospital, su hijo nació fuera del quirófano; cuando las enfermeras actuaron de forma negligente para atender a su esposa que se le había roto la fuente.
El padre del recién nacido expuso que por fortuna, una mujer con experiencia de partera empírica que estaba cerca del nosocomio, se prestó a ayudar en el alumbramiento, en tanto que médicos acudían al lugar. Así sucede, mientras unos llegan, otros se aferran a quedarse aunque deberían irse ipso facto…