POLÍTICA AL MARGEN

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wpid-logo-direcciones-195x110.jpgPor Jaime Arizmendi

 

*Visión Cero de Mancera en CDMX; Oscura en Zonas Populares

*Supervigilancia en Polanco; sin Patrullas la Anáhuac

 

Argonmexico / Círculo vicioso: Más delincuencia, mayor impunidad… La noche del jueves 26 de septiembre tuvo lugar la inauguración del Car Show 2015 en el Hipódromo de las Américas. Asistió el Jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, donde repuso que su administración trabaja “por una mejor cultura vial en la capital del país”; no obstante, para la mayoría de los capitalinos la realidad es otra. Poco se habla de la inseguridad que ha crecido de manera explosiva en la CDMX como consecuencia de tanto caos y prolongadas obras.

Precisamente, las obras que realiza el GDF en principales vialidades de la ciudad al mismo tiempo, han generado tremendo caos vehicular que obvio, se convierte en una intensa ola trafical que nadie, que no sea el C-4, puede resolver. Esto es aprovechado por los delincuentes que pululan y actúan casi de forma libre.

El reportero que esto escribe, y un colaborador de Argonmexico lo sufrieron en carne propia. Al filo de las 18:30 horas de ese jueves, viajábamos a bordo de mi automóvil del centro de la ciudad hacia la zona poniente, donde se ubica el Hipódromo de las Américas. Ante el excesivo tráfico decido dejar el Circuito Interior y meterme a las entrañas de la peligrosa Colonia Anáhuac. Ese día lo confirmamos.

Craso error. Al llegar casi a la esquina de Laguna de Mayrán y Lago Zirahuén, donde circulábamos a vuelta de rueda por el oleaje vehicular, de pronto aparecieron dos tipos a cada costado de nuestro vehículo. De mi lado, el del conductor, un ladrón con chamarra color azul rey y gorra oscura, mete la mano al auto con una pistola y exige, con mentadas y amenazas de muerte, entregarle la cartera y el celular.

Al mismo tiempo, por el lado derecho, donde viaja mi compañero, otra rata hace lo mismo. No sé si porta también una pistola, pero igualmente, al tiempo que pronuncia leperadas, jalonea a mi colega y lo amenaza le entregue la cartera, el celular y lo que sea “o te mato aquí mismo”. Todo sucede en dos o tres minutos.

Basta que los autos de adelante avancen un poco, para que los ladrones emprendan la retirada con el botín en la mano, obviamente, corren hacia atrás del automotor; en sentido contrario a la lentísima circulación vehicular.

Más adelante, cuando avanzamos y llegamos a la esquina que forman la calle Laguna de Mayrán y Avenida Marina Nacional, se nos empareja un jeta blanco cuyo conductor nos pregunta si estamos bien, y nos comenta que él los vio: “son los mismos que casi a diario asaltan en estas calles a los ocupantes de automóviles, aprovechando la lentitud con que avanzan los vehículos” –nos dice al afirmar que el de mi lado es de complexión regular y de 1.70 metros de altura, “más o menos”.

Para añadir: “Yo tengo un negocio en esta zona, y ya los he visto cómo salen a asaltar para correr y perderse entre los mercados que se ubican dos calles atrás, los de la colonia Anáhuac”.

Una vez repuestos del susto, y del consecuente coraje, mi compañero comunicador y yo decidimos cumplir nuestro objetivo: acudir al evento de los autos. Allí, Miguel Ángel Mancera insiste en lo suyo: esta ciudad está mejor ahora, porque cuenta con un nuevo Reglamento de Tránsito del Distrito Federal, el cual, presume: “ya está siendo repartido de forma gratuita entre los asistentes”.

Engola la voz al referir que él ha ordenado la instauración del programa: “CDMX Visión Cero”, y que la CDMX continuará con la realización de actividades de talla internacional. Incluso destaca el desarrollo del sector automotriz, como la importancia que representa para la economía de la ciudad y para el país.

Al concluir su mensaje ya casi al filo de las nueve de la noche, llama la atención que al agradecer a quienes comparten con él un lugar en el presídium, les tiende la mano izquierda. Y es que en el brazo de la derecha porta una férula porque “le operaron el codo” –comenta luego en corto al reportero.

De su lado, el director ejecutivo de Mapfre México, Jesús Martínez Castellanos, resaltó la política pública de “Visión Cero”, que se incluye en el nuevo Reglamento que entrará en vigor el 15 de diciembre.

En la ceremonia, donde también se dieron cita el secretario de Movilidad de la CDMX, Héctor Serrano Cortés; y el subsecretario de Seguridad Pública del DF, Fernando Alejandro Martínez Badillo; así como directivos de medios y otros promotores del evento; dos uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública reparten decenas de ejemplares del Reglamento de Tránsito del DF.

En tanto, en las calles de la CDMX cientos de delincuentes no descansan. Fuentes policiacas afirman que “las órdenes superiores” consisten en concentrar todas las capacidades y elementos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal en enfrentar, y resolver los que se pueda, a los “delitos de mayor impacto social”. Los estruendosos, como el multihomicidio de la Narvarte.

Un comandante de la ahora llamada Policía de Investigación (antes Judicial) comenta que cuando se combate a la delincuencia en una zona o en algunas calles, de inmediato se registra el “efecto cucaracha”; y “los rateros cambian de área o de esquina”.

Sí, esto sucede en cualquier lugar del país, pero es bien sabido también que los asesinatos y los robos con violencia aumentan de forma paralela a cuando crece la impunidad. Cuyo incremento ya preocupa a los capitalinos.

Sobre todo si se observan zonas como Polanco donde come, bebe y hace sus compras la GB (Gente Bonita), en cuyas calles como Presidente Mazarik, por “órdenes superiores” hay cuatro y hasta ocho uniformados entre policías y agentes de tránsito; otros andan en patrullas y motocicletas, en una zona ahora supervigilada.

Quizá por ello muchos de los individuos que antes “operaban” en áreas como esa, se han tenido que conformar con robar ahora en donde no hay patrullas ni policías de a pie. Así, en colonias enteras como la Anáhuac, los delincuentes roban a gusto. Luego porqué llegan los reveses políticos y en las urnas al gobernante en turno. Bien lo dicen los de las innumerables manifestaciones: La gente, se cansa, de tanta pinche transa

 

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