*Campañas Proselitistas 2016, “Guerra Sucia” en Puerta
*Corrupción e Indolencia Oficial, en Contiendas Mediáticas
Argonmexico / No hay duda, el carro completo es historia… A unos días del arranque oficial de las campañas de candidatos a gobernar una de las 12 entidades cuyas elecciones serán el domingo 5 de junio próximo, la “guerra sucia” cobra fuerza entre candidatos y partidos. Además, aunque la dirigencia nacional tricolor anuncia que volverá a sus mejores tiempos y se llevará carro completo; la realidad es que hay estados donde la oposición tiene la mesa puesta para triunfar.
Bajo ese panorama, desolador sobre todo para las huestes priístas, están los estados donde las denuncias de corrupción e indolencia oficial hacen mella en la deteriorada imagen del gobierno saliente: Veracruz, donde el actual mandatario estatal no da pie con bola y no deja de estar en el ojo del huracán mediático.
Aunque no en orden de importancia, le sigue Chihuahua, donde mucho se habla del avance de otro candidato “independiente” quien podría reeditar el triunfo de El Bronco en Nuevo León porque en los comicios pasó como aplanadora sobre la maquinaria priísta, indudablemente montado en las reiteradas denuncias de corrupción con que se acusó al entonces gobernador Rodrigo Medina.
Un caso especial lo representa el estado de Quintana Roo. Carlos Manuel Joaquín, hasta hace unas semanas subsecretario de Innovación de la Secretaría de Turismo (federal) y distinguido quintanarroense priísta, abandonó las filas del partido tras acusar que el gobernador Roberto Borge Martín lo aisló y se oponía con todo a su intensión de sucederlo en el cargo.
Ahora, Carlos Manuel (medio hermano del secretario de Energía Pedro Joaquín Coldwell), es el candidato a gobernador de una alianza encabezada por los partidos PAN y PRD, con altas probabilidades de alzarse con la victoria en las urnas.
Una situación en contrario lo representa Oaxaca. Vale recordar que hace seis años el abanderado del tricolor, Eviel Magaña, perdió la elección a gobernador frente a Gabino Cué Monteagudo, exsenador de Movimiento Ciudadano y luego candidato de una alianza opositora integrada también por Acción Nacional y el sol azteca.
Para esta ocasión, el PRI cobija a Alejandro Murat Hinojosa, hijo del exgobernador José Murat Casab a quien sus contrarios, de dentro y de fuera de su partido, ya le han iniciado una campaña de desprestigio con la historia de los departamentos y casas de lujo que se dice él tiene en Estados Unidos.
Pero vale anotar que el 5 de junio habrá elecciones en 13 entidades del país. En 12 de ellas se elegirá gobernador, así como 388 diputados locales en 12 estados y 548 ayuntamientos en 11. En Oaxaca solo se elegirán 153 por el régimen de partidos y 417 son designados por el tradicional esquema de usos y costumbres.
La elección de gobernador se realizará en: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. Estados que acumulan 24.8 por ciento del PIB nacional, el 31.8 por ciento del electorado y 32.3 puntos porcentuales de la población total del país.
Veracruz es el estado que ocupa el primer lugar en estos indicadores, seguido de Puebla y Chihuahua. El último lugar lo comparten Aguascalientes y Tlaxcala con el mismo porcentaje de la lista nominal y de la población.
Además, de esas 12 entidades que elegirán gobernador, en cinco siempre ha gobernado el PRI: Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz. No así Aguascalientes y Zacatecas que tuvieron un periodo de transición: PAN y PRD gobernaron durante dos sexenios (1998-2010). En tanto, Tlaxcala es la única entidad donde han gobernado los tres partidos: PRD en 1999-2005, PAN en 2005-2011 y PRI antes y después de esos periodos.
Otro dato: el PRI gobierna en nueve de las 12 entidades en disputa: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. Del PAN se dice que comanda dos: Puebla y Sinaloa. Sin embargo, Malova no se incorporó al partido azul, porque en verdad renunció a su militancia en el tricolor.
Entre 2009 y 2015, en el país hubo 41 elecciones de gobernador. De ellas 36 estuvieron abanderadas por una coalición. El PRI ganó 26 elecciones, 25 de ellas en alianza. El PAN obtuvo para su partido nueve, seis de ellas coaligado con otras fuerzas partidistas (cuatro de ellas incluyeron al PRD). Y el sol azteca triunfó en nueve, todas en coalición (cuatro de ellas con Acción Nacional).
Al respecto, el presidente nacional del PRD, Agustín Basave sostuvo: “El objetivo a largo plazo es que podamos ser competitivos e ir solos. Ahorita no es el caso y si no somos realistas no sé a dónde vamos a acabar, aun en los estados donde somos competitivos solos es difícil que ganemos”.
Los comicios del primer domingo de junio venidero se registrarán en un contexto distante al de otros tiempos. Primero, existe una tendencia hacia la fragmentación del voto. Mientras en 2000 los tres grandes concentraban 94 por ciento de la votación, en 2015 sólo obtuvieron el 60 por ciento; y se pronostica que dicha tendencia siga creciendo este año.
Un segundo aspecto es la creciente oleada “antipartidos” que ha conducido al triunfo electoral a candidatos independientes o sin el aval de un partido político. Ahora, ciudadanos pueden competir por un cargo de elección, siempre y cuando cumplan con los requisitos, en ocasiones exagerados pero que no han logrado impedir su victoria.
En ese caso se encuentra precisamente José Luis Barraza, expresidente del Consejo Coordinador Empresarial y de la Coparmex estatal, en su candidatura como independiente a gobernador por el estado de Chihuahua.
El tercer factor consiste en que la corrupción, la indolencia oficial y la deuda pública sean utilizados como tema central de las campañas. Vale recordar que hace seis años, en estados como Tlaxcala, el triunfo de la alianza priísta que abanderó Mariano González Zarur aprovechó el hartazgo ciudadano por las constantes denuncias de enriquecimiento del círculo familiar de Héctor Ortiz Ortiz.
Tampoco hay duda que los triunfos electorales de la priísta Claudia Pavlovich, en Sonora, y del independiente Jaime Rodríguez Calderón, en Nuevo León, se treparon en la vorágine social desencadenada por las acusaciones de enriquecimiento y de actos corruptos en los gobiernos salientes. Sí, así es, sólo quien carga el cajón, sabe lo que pesa el muerto…