La presentación del libro “El Triunfo de la dignidad”, que se llevaría este miércoles a las 19:00 horas, se suspendió indefinidamente para garantizar la integridad física del Senador Napoleón Gómez Urrutia y de los compañeros mineros invitados al evento, luego de que los integrantes del sindicato minero se manifestaran y destrozaran una de las puertas del teatro Fernando Calderón.
El equipo de comunicación del senador tachó de “una verdadera desgracia que un evento cultural deba ser cancelado por disturbios patrocinados por Grupo Peñoles y su líder, Alberto Baillères, así como por su marioneta, Carlos Pavón, quienes tienen como objetivo mantener a los mineros en un estado de esclavitud moderna, negándoles acceso a condiciones laborales dignas”.
En un comunicado se agrega que el libro “El Triunfo de la dignidad”, ejemplifica estas prácticas corruptas e ilegales que algunos empresarios utilizan para someter la libertad de los trabajadores.
Es la historia de cómo algunos de los políticos y empresarios más poderosos de México, en especial, Germán Larrea y Alberto Baillères, organizaron una campaña de desprestigio y violencia contra del Sindicato Nacional de Mineros y su dirigente.
No obstante, la verdad y la legalidad triunfaron, en “el victorioso regreso a México de Gómez Urrutia como Senador de la República”.
Para Napoleón Gómez Urrutia y para el Sindicato Nacional de Mineros, el bienestar de nuestros compañeros es de máxima prioridad, como siempre lo ha sido.
Por eso se decidió posponer el evento para otra ocasión; sin embargo, esta decisión no altera de ninguna forma el compromiso del líder minero llevar su historia a todos los rincones del país, lo cual seguirá haciendo con la valentía que lo caracteriza.
Agradecieron a quienes confirmaron su asistencia al evento y llamamos a las autoridades locales, municipales y del estado, de llevar a cabo las investigaciones correspondientes para atender las consecuencias de los disturbios que se suscitaron frente al teatro Calderón.
Se reitera que se solicitó apoyo a las fuerzas de seguridad pública estatales y municipales, cuya respuesta fue omisa puesto que informaron que tenían la instrucción de no intervenir para detener los actos de vandalismo que se cometieron en el recinto del evento.