En el marco de la consulta de la Reforma para la transformación del Campo, los productores de leche pugnarán por el establecimiento de políticas públicas para fomento de la producción, equidad en las relaciones de intercambio comercial, fomento a las inversiones para modernización y control estricto de las importaciones.
El presidente de la asociación Álvaro González Muñoz, plantea, en comunicado de prensa, lo necesario de que las instituciones reconozcan los costos de producción a la hora de establecer un precio de compra, y no sacrificar los animales por incosteables.
Los pequeños y medianos productores, más del 90 por ciento en el país no deberían vivir con la angustia ante la falta de un precio justo y políticas especiales de apoyo a una actividad tan noble como la producción de un alimento indispensable para la niñez y ancianos mexicanos, es la leche, y tener que mandar a los animales al matadero por incosteabilidad.
En un documento enviado al presidente Enrique Peña Nieto, respecto de las relaciones productivas, comercialización e industrialización de la actividad lechera, se destaca la pobreza de la mayoría de los pequeños y medianos productores, y los gobiernos anteriores alentaron distintos ritmos de crecimiento, rentabilidad y un escenario desigual con relación el impulso a la producción y comercialización de leche.
Esto provocó que un grupo recibiera el beneficio de la liberación del precio, la condonación de impuestos (aranceles) a las importaciones de leche para la industria, la libertad de vender fórmulas lácteas que, para productores y consumidores auténticos, son productos adulterados. Tuvieron otros beneficios, entre los que destacan facilidades de financiamiento de la Banca de Desarrollo para realizar negocios junto con las tiendas de autoservicio transnacionales.
Los pequeños y medianos productores permanecen en la pobreza y amenazados con desaparecer, confiamos en que las situaciones actuales cambien en la magnitud que se requiere y en el tiempo suficiente para madurar proyectos.
No obstante que fueron excluidos de las políticas de fomento a la producción dentro del sector pecuario, seguimos generando riqueza, pues somos el puente entre el campo y la industria, entre el campo y la ciudad. Nuestra actividad requiere talento y mucha dedicación, lo cual significa jornadas de 18 horas diarias durante todo el año. Y lo hacemos con gusto.
Demandan el mismo trato que se da a los demás sectores económicos del país. Necesitamos, como productores, ganar por el trabajo que desempeñamos. Consideramos que tenemos derecho a un precio justo por litro de leche, en la misma forma en que lo determinan los costos de producción y una ganancia o utilidad razonable.
Pidió al Jefe del Ejecutivo, a través del documento señalado, que por conducto de la Secretaría de Economía, se ponga orden en el mercado nacional de la leche y que se acaben los privilegios para unos cuantos.
Mencionó que cuando el mercado era regulado, a los detallistas les asignaban más o menos un 5 por ciento; esto actualmente significaría 0.70 centavos. En la actualidad en promedio reciben un 15 por ciento, lo que equivale a 2.10 pesos por litro. Esto nos da un aumento de 200 por ciento en la utilidad por la venta de un litro de leche.
La Reforma para la Transformación del Campo no podrá cumplir sus objetivos, si no se atiende adecuadamente a los productores de leche no integrados. Es decir, si la PROFECO no defiende realmente los derechos de los consumidores al permitir el comercio de productos que sólo parecen leche, pero que realmente son de suero adicionado hasta con grasa vegetal, y si la COFEPRIS no impide que se sigan vendiendo productos falsificados, respaldados por normas oficiales amañadas.