Por este medio, ponemos a su disposición, el posicionamiento del candidato del PRD con respecto a la lucha que darán los candidatos del PAN, PT, Morena y PRD, para defender el proceso electoral de las prácticas de compara y coacción, implementada por el PRI.
El gobierno Miguel Alonso, consideraba que Zacatecas iba a ser una plaza fácil, pero el escenario se les complicó ante el enojo de la población para con su pésimo gobierno y sus partidos, esto sumado al rápido crecimiento de nuestra campaña.
Por ello, han echado a andar una Campaña de Estado, basado en dos herramientas.
Primeramente, de manera subterránea y al modo de la vieja escuela, el PRI para la compra del voto, utiliza el reparto masivo de despensas, calentadores solares, tinacos, cemento, semilla.
Además usa delictivamente los programas sociales del gobierno federal y estatal, pues usa electoralmente los programas de Sedesol, como el de empleo temporal a favor de sus candidatos; reparte folios de Secampo.
El PRI, se mueve en el escenario del miedo, convierte a los trabajadores del estado, en operadores electorales, amenazándolos con su irrevocable despido en caso de no hacerlo, poniendo en juego el futuro de sus familias.
Por otra parte, la manera cínica de la política estatal la ejecuta el Partido Verde Ecologista de México, quien ha sido controlado desde su fundación en 1986 por la misma familia y opera como una empresa privada de parientes y amigos.
Hoy sus más relevantes figuras son quizá la peor cara de una generación joven de políticos que no le piden nada a la vieja guardia del PRI en lo que se refiere a tranzas, abusos y simulaciones, con el agravante de que nunca han esbozado algo parecido a una línea política o ideológica.
Para el Verde, el diseño de campañas publicitarias que son su única vía para atraer votos: ante el desencanto por los partidos grandes, ponen sobre la mesa un par de propuestas concretas irrelevantes, pero fáciles de entender, usan a sus aliados en el Congreso para aprobarlas y salen a presumir que el Verde cumple.
Lo suyo es el spot. Y les ha ido muy bien.
Sin embargo, el Verde también opera el despilfarro de recursos con el dispendio ofensivo de propaganda ilegal. Tarjetas de débito con dinero en efectivo, mochilas, relojes, sofistican la compra del voto.
Su estrategia incluye la decisión de violar sistemática de la ley con el cálculo de que les será más redituable pagar las multas con tal de conquistar más posiciones que les darán más dinero. Mientras el INE aplica moderadas multas que los corruptos del Verde pagan riéndose de la Ley y de los mexicanos ya que el pago de la multa funciona como si con eso compraran un permiso para cometer la siguiente ilegalidad.
El Verde es un partido que quiere hacer leyes violando la Ley.
Pero esta vez el PVEM estiró tanto la liga que generó un importante movimiento anti verde.
Encabezado por conocidos intelectuales, activistas, analistas y periodistas, y secundado por los partidos opositores al PRI, el movimiento exige que sea cancelado el registro del PVEM.
El artículo 94 de la Ley General de Partidos Políticos que establece como una de las causales de cancelación: «Incumplir de manera grave y sistemática a juicio del Consejo General del Instituto o de los Organismos Públicos Locales, según sea el caso, las obligaciones que le señala la normatividad electoral».
El dueto del PRI-Verde asume las elecciones como un tianguis electoral, donde el rebase del tope de campaña no es problema. El derroche de dinero es parte de su DNA de corrupción. El objetivo es retener el poder político y la administración de la riqueza pública en su beneficio a como dé lugar.
¿Una vez que pierdan, a pesar del dispendio ofensivo y delincuencial de recursos, cuál es el siguiente paso?
¿El fraude, otra vez la caída del sistema, la violencia electoral?…