Como parte de las actividades previas al Congreso Nacional de Ciencias Forenses que organiza la Unidad Académica de Psicología para los días 25, 26 y 27 de agosto, se presentó el libro “El Crimen organizado en México. Evolución y situación actual de la delincuencia”, de Gerónimo Miguel Andrés Martínez, Subsecretario de Seguridad Pública del Estado.
Ante los alumnos de la Unidad de Psicología y del Área de Ciencias de la Salud, así como de la Universidad de Durango, Federico García Luna, Director de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia de Zacatecas, expresó que el autor maneja en cuatro grandes capítulos el fenómeno multifactorial que es el crimen organizado.
El primer capítulo habla de cómo surge el crimen organizado, el porqué el hombre busca el fenómeno de la delincuencia y cómo lo ha vivido el escritor en la Ciudad y Estado de México, lugares en donde residió por mucho tiempo. Aborda aspectos fundamentales de la criminología y del criminal, el fenómeno criminalista, así como las características del crimen organizado en México. “El crimen organizado –dijo– no es cuestión de cualquier persona o gobierno, es un problema global”.
Asimismo manifestó que el libro tiene que ser leído por todos aquellos que se interesen el fenómeno criminal y la seguridad pública.
Por su parte, la licenciada en criminología Selene Stefany Sarabia Aguirre sostuvo que este libro debe interesar no sólo a los criminólogos, sino a todos en general, pues es importante saber hacia donde va nuestro país.
Calificó al crimen organizado como el problema más grande del mundo, el cual fue adoptado por México en los años 70´s. Las modalidades del crimen organizado –dijo– van desde el secuestro, tráfico de órganos y personas, hasta la extorsión.
En sus inicios el crimen organizado no tocaban niños y mujeres; hoy día no hay respeto por nada”. Agregó que “es mentira que con educación se frenen el crimen y la delincuencia. De ahí los delincuentes de cuello blanco. La forma de frenarlo es a nivel operativo, unidos ciudadanía y gobierno”.
La especialista abordó algunas de las características del crimen organizado que se manejan en el libro de Gerónimo Andrés Martínez. Entre ellas: que es una agrupación de tres o más; son latentes en el tiempo (esto significa es que si su líder es aprehendido o fallece, la organización continuará en operaciones); cuenta con una estructura celular o piramidal; tienen entrenamiento especializado; manejo efectivo en el uso de la tecnología y realizan acciones de tipo violento, como corrupción, secuestros, tráfico de armas y personas.
Luego de afirmar que estas acciones las llevan a cabo para la obtención de recursos de manera ilícita, Selene Stefany Sarabia Aguirre recomendó ampliamente la lectura de la obra.
Al hacer uso de la palabra, Gerónimo Andrés Martínez, quien cuenta con una amplia trayectoria en materia de seguridad pública y delincuencia –al ocupar distintos cargos y en la realización de varios estudios–, agradeció a los participantes y a la Unidad de Psicología por la invitación a presentar su libro dentro de la Universidad.
Externó que ante el “delito internacional”, nuestro país no escapa. “No es posible tener una policía que está coludida con el crimen organizado”. En los últimos 10 años –añadió– se ha destinado a los estados del país 90 millones de pesos para frenar la delincuencia, sin embargo esta va en aumento.
Al autor de “El Crimen organizado en México. Evolución y situación actual de la delincuencia”, entre otras obras, se mostró en desacuerdo de que el ejercito esté haciendo frente al narcotráfico, lo cual -dijo– no ha sido de gran utilidad, dado que hasta la fecha hay 28 mil ejecutados.
Para hacer frente a las organizaciones criminales ya no hay que dejar en manos de las fuerzas armadas y la marina al crimen organizado, manifestó Gerónimo Andrés Martínez. “Hay que retirar a los militares de las funciones públicas y dejarlos en los cuarteles, para que cada quien cumpla con su función”.
Para ello, el autor sugirió que se tiene que capacitar a la policía y crear la policía nacional. Asimismo, debe haber una vinculación de los profesionales, como los criminólogos y psicólogos para trabajar en seguridad pública.