Jacobo Cruz
El saqueo de los recursos naturales de México, así como la sobreexplotación de la fuerza de trabajo de los nativos que fueron reducidos a esclavos por parte de los españoles, -aquellos hombres que dominaron la nación mexicana con Hernán Cortés a la cabeza-, se dio nominalmente el 13 de agosto del año 1521, tiempo que marcó el inicio de la época colonial condición que se alargó hasta 1821 cuando se materializó la independencia del país.
Como consecuencia de ello, muchas de las riquezas de nuestra nación fueron a parar a España, país que se posicionó como una de las naciones más poderosas de la época a donde fueron a parar piezas de oro y plata, así como las más diversas mercancías y rarezas de estas tierras para asombro de los europeos.
La llegada de desconocidos causó inquietud, asombro y miedo en los nativos que buscaron la forma de convencerlos para que se fueran, pero ellos venían buscando fortuna, así que la superioridad de las armas y del ejército puso fin a la resistencia de los mexicanos, que se fortaleció con la conquista espiritual, para someter a los indígenas por medio de la fe en un Dios todopoderoso y una cruz de madera donde pendía crucificado el Cristo, entes nuevos para nuestros bisabuelos que poco a poco fueron olvidando a sus deidades que ocupaban los altares de las más bellos adoratorios como las pirámides de Cholula, el Templo Mayor de México y otros.
Es conocido también como sucedió el proceso convivencia y mezcolanza de razas en los territorios conquistados provocando la coexistencia de personas de distinto origen; así que estaban los españoles, aquellos hombres blancos y barbados que montaban sus caballos causando temor a los dominados, pero también surgieron los criollos, estos eran los hijos o descendientes de europeos nacidos en los territorios españoles de América que tenían una posición privilegiada en la sociedad colonial, ya que se les permitía el acceso a la educación, títulos y cargos públicos.
A su vez, los mestizos eran las personas nacidas de padres de raza diferente, es decir, descendientes de español (blanco) e india, o viceversa. Legalmente, los mestizos eran ciudadanos españoles y tenían los mismos derechos que los blancos criollos como poseer propiedades y ejercer el comercio.
Pero estos no eran los únicos pobladores, había un sistema de castas en la Nueva España que daban cuenta de la superioridad o inferioridad de las personas de ése tiempo, donde es obvio que la supremacía recaía en los descritos anteriormente, mientras que el resto tenían nombres y posición económica de vergüenza histórica, lo que junto con la esclavitud de los indígenas propició que quisieran sacudirse de la corona española que oficialmente duró 300 años.
Aquí tenemos las principales castas y su descripción:
Castizo: mestizo y española.
Mulato: español y mujer afrodescendiente.
Español: castizo y mujer española.
Zambo: hombre afrodescendiente y mujer indígena.
Morisco: español con mulata.
Chino: hombre mulato y mujer indígena.
Saltapatrás: hombre albino con española.
Lobo: hombre saltapatrás con mujer mulata.
Gíbaro: hombre ‘lobo’ con mujer china.
Albarazado: hombre gíbaro con mujer mulata.
Cambujo: hombre albarazado con mujer afrodescendiente.
Zambaigo: hombre cambujo con mujer indígena.
Calpalmulato: hombre zambaigo con mujer ‘lobo’.
Tente en el aire: hombre calpamulato con mujer cambuja.
No te entiendo: hombre tente al aire con mujer mulata.
Torna atrás: hombre ‘no te entiendo’ con mujer indígena.
Como vemos, la lucha de los mexicanos por sus derechos se dio mediante episodios que enfrentaron a conquistadores – conquistados, además de la nomenclatura enlistada surgieron los representantes del pueblo explotado que quería un México independiente, a quienes se les reconoció como héroes destacando Miguel Hidalgo y José María Morelos, pero nada sería posible sin el pueblo que sostuvo la lucha armada, aquellos seres sometidos a la esclavitud que entregaron su vida para tener una nación independiente.
El 15 de septiembre se festeja el Grito de Independencia de México, en esta fecha, pero del año 1821 dio inicio la lucha del pueblo mexicano que se levantó en armas en contra del Virreinato, autoridad que concentraba la riqueza extraída de la tierra y de la fuerza de trabajo, que ya no estaban dispuestos a llevarla a la madre patria.
De eso han pasado ya 214 años, pero los abusos no terminaron para los pobres y desposeídos, por lo que luego vino la Revolución Mexicana de 1910 con otros héroes dignos de mención como Francisco Villa, Felipe Ángeles y decenas de caudillos. Además de su valentía y claridad de miras, solos no hubieran logrado las grandes hazañas que conocemos sin los millares de hombres empobrecidos que aspiraban a un México más justo.
En el año 2018 ganó democráticamente el proyecto encabezado por Andrés Manuel López Obrador con Morena, gobierno que promueve la participación del pueblo el día de la elección pero se le relega de las grandes decisiones; y se le ha sumido en el conformismo mediante los programas monetarios, por eso permanece callado y hasta aplaudiendo las canalladas que realiza el prestidigitador de palacio nacional.
En México hay una parte importante de compatriotas que aceptan que las cosas van bien con Morena en el poder, pero lo cierto es que la pobreza, corrupción, inseguridad y marginación siguen presentes, toca a nosotros evidenciar a los políticos que se aprovechan de los pobres y se burlan de la inteligencia colectiva. Estos problemas sólo se erradicarán con un modelo económico distinto, pero para eso necesitamos que el pueblo politizado tome en sus manos las riendas de este país pues los ricos no lo harán jamás.