La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), organización representativa del pequeño comercio en México, aseguró que el Estado de Zacatecas se puede convertir en el “prietito en el arroz”, porque el gobierno del estado, emanado del MORENA, pretende implementar un impuesto de 4.5 por ciento a los productos de contenido calórico de alta demanda popular.
Lo anterior y “sin importar lo vapuleado de la economía familiar zacatecana”, aseguran en un comunicado y agregan que la venta de los productos de contenido calórico de alta demanda como el pan, galletas, dulces, bebidas saborizadas, entre otros, constituyen un verdadero motor que propulsan en más de un 40% las ventas totales del negocio.
La ANPEC se define como un canal de abasto tradicional de máxima cercanía, promotor del comercio local con más de un millón 200 mil puntos de venta en el país, y genera más de dos millones de autoempleos, que dan manutención a más de 5 millones de personas y abastece a más del 52% de la demanda nacional, y es un sector mayoritariamente atendido por mujeres trabajadoras.
Se exige a la Legislatura del estado y al gobernador de Zacatecas, David Monreal “detener este “Crimen Social” (sic), sin sentido de aumentar impuestos, gesto de plena frivolidad e insensibilidad, porque la pretensión de gravar con un impuesto estatal nuevo de 4.5% a esos productos no es otra cosa que un “asalto en despoblado (sic) a las amas de casa y a sus monederos; hacerlo significaría dar luz verde a una escalada de precios al alza en el resto de los productos. En momentos en los que se trata de contener los precios, no detonar su incremento”.
La factura económica de Covid-19 es cuantiosa, quebraron más de 300 mil pequeños comercios; dos millones de empleos perdidos; cayó el 40% el consumo; a los integrantes de siete de cada 10 hogares no les alcanza para la canasta básica; la inflación no subyacente, la que tiene que ver con el precio de alimentos y servicios, rebasó el 11%. Aún y con esto, la terquedad del Tesorero zacatecano Ricardo Olivares Sánchez pretende cargarle la mano al pueblo trabajador sin mediar consecuencias con la mirada complaciente de su gobernador, David Monreal.
La Cámara de Diputados honró el compromiso presidencial de no aumentar ni crear nuevos impuestos en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) del próximo año y la Cámara de Senadores confirmó esta política fiscal de pleno consenso entre el Poder Ejecutivo y Legislativo. Esta política pública corresponde a la realidad económica que vive la sociedad mexicana en estos días.
“La factura económica del Covid ha sido cuantiosa, llevó a la quiebra a más de 300 mil pequeños comercios en el país en 2020, se perdieron más de 2 millones de empleos formales, 4 millones de mexicanos se sumaron a la extrema pobreza; 6 millones dejaron de pertenecer a la clase media, engrosando las filas de la marginación social”, afirmó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC
“A 7 de cada 10 hogares mexicanos no les alcanza con los recursos que tienen para comprar la canasta básica de alimentos que demanda su manutención; se ha caído más del 40% del consumo de los mexicanos en lo que va de la pandemia; la inflación no subyacente, aquella que tiene que ver con los alimentos y servicios se ha elevado por encima de un 11%; haciendo tambalear los esfuerzos de reactivación económica a los que estamos empeñados. Este escenario explica, justifica y legitima el porqué de la política fiscal impulsada por el Presidente y avalada por los Diputados y Senadores”, enfatizó Rivera.
Por eso advierten: Zacatecas se puede convertir en el “prietito del arroz” al ser un gobierno de filiación morenista, que pretende ir en sentido contrario al buscar castigar el consumo del pueblo trabajador zacatecano y decretar un impuesto estatal del 4.5% a los productos de contenido calórico de alta demanda.
Este cobro sería un verdadero despropósito, un gesto de frivolidad e insensibilidad manifiesto, ya que al ver cómo las familias zacatecanas batallan para mantenerse en pie, sobre todo las de más escasos recursos, las más marginadas y vulnerables, se disponen a darles el tiro de gracia. Este impuesto estatal tendría un efecto dominó y desataría una avalancha de incrementos en el resto de los productos del consumo diario y cotidiano del pueblo zacatecano.
De por sí cerraremos este año con una escalada inflacionaria no vivida en los últimos 20 años en el país. No conforme con esto, el Gobierno Estatal de Zacatecas se empeña en ir en contra de la línea política trazada por su partido y por el Presidente y, en lugar de proteger y ayudar a las mayorías, se propone afectarlas y empobrecerlas aún más. La autoría de este crimen social se le adjudica a la tozudez del Srio. de Finanzas Ricardo Olivares Sánchez, quien propone cargarle la mano al pueblo trabajador, como si fuera cualquier cosa y eso no tuviera consecuencias. Sin embargo, la responsabilidad política de este grave error recaería de lleno en el Gobernador David Monreal.
Hacemos un enérgico llamado a los diputados locales de Morena y del resto de los partidos de Zacatecas a que no permitan esta agresión a la economía familiar, ya bastante vapuleada, y que no avalen que a los zacatecanos les llueva sobre mojado.
Exhortamos al Gobernador a que haga entender a su Tesorero, su empleado de confianza “que hay de dineros a dineros” y, este dinero que propone cobrar de manera injusta terminaría por afectar a los más vulnerables y desprotegidos del pueblo zacatecano. Resultaría ser un dinero mal habido que besó el diablo; un dinero caro.
Sr. Gobernador, su gobierno no puede ir en contra de los desposeídos, le recordamos el eje central de la línea política de su partido Morena: “Los pobres Primero”.
Zacatecas no merece tener un gobierno rico de cara a un pueblo pobre. Lo que se requiere es austeridad gubernamental, austeridad “Juarista”. Con solo reducir un 5% los gastos personales del gobierno (celulares, autos, seguros, bonos, etc.) se recuperarían más de dos mil millones de pesos de libre disposición para fortalecer los programas sociales de apoyo al pueblo zacatecano. Más que crear el cobro de nuevos impuestos, lo que impone es corregir la cultura del gasto gubernamental.
Por último, llamamos al Congreso, a los diputados locales de Morena y demás partidos a no dar esta hartera puñalada a los zacatecanos que votaron por ustedes y con quienes se comprometieron a defender sus intereses. Diputados no le den la espalda a quienes depositaron su confianza en ustedes, no permitan esta alta traición al pueblo de Zacatecas o el pueblo SE LOS DEMANDARÁ, finalizan