La Diputada Magdalena Núñez Monreal aseveró en la tribuna de la H. Cámara de Diputados que el Partido del Trabajo se pronuncia en contra de la aprobación de la Ley de Juegos y Sorteos porque no contribuye a enaltecer al ser humano, por el contrario, abonará al deterioro del tejido social tan lesionado en nuestros días.
La legisladora por Zacatecas expresó que la Comisión Especial para Indagar el funcionamiento de las Instancias del Gobierno Federal relacionadas con el Otorgamiento de Permisos para Juegos y Sorteos de la cual fue integrante, no cumplió con el objetivo para el cual fue creada, el resultado de su trabajo fue la Ley que nos impone el gobierno federal a cambio de no indagar el fondo del asunto relativo al otorgamiento de permisos para el funcionamiento de los Casinos en nuestro país, que tuvieron su auge durante los sexenios pasados.
Así mismo, señaló que debería ser suficiente el traer a la memoria los trágicos acontecimientos que en el 2011 se verificaron en Monterrey, cuando delincuentes organizados provocaron la masacre de 52 personas para oponernos a la legalización de los Casinos en nuestro país.
La Secretaria de la Mesa Directiva detalló, que fue el presidente Lázaro Cárdenas, quien con una auténtica visión de Estado, prohibiría los Casinos en nuestro país, consciente de que lo que necesitaba el pueblo era educación, no actividades que contribuyeran a su destrucción; “Los Casinos…son focos de atracción del vicio, las mafias y la explotación por parte de apostadores profesionales” dijo Cárdenas.
“Cuántas historias de terror se pueden contar en torno al juego con apuestas en sus diversas manifestaciones, suicidios, hogares destruidos, carreras truncadas, patrimonios familiares perdidos y atentados, como el referido, así como el problema de salud pública conocido como ludopatía, que no es sino la adicción al juego” alertó la Legisladora oriunda de Zacatecas.
Finalmente,la Diputada Magdalena Núñez enfatizó que México no necesita Casinos, lo que necesita es justicia, seguridad, educación y trabajo, sin conculcar principios y valores.