La renovación de órganos de dirección ejidal al sur del Estado, podría ser el nuevo conflicto agrario que, sin embargo, será conciliado por la Procuraduría Agraria, informó su delegado, Joel Arce Pantoja.
Informó que puede darse conflicto en las comunidades de Tlaltenango denominadas Sicaclaco y Tocatiche ante el cambio de órganos de dirección ejidal o comunitaria, pero no hay más ni mayores conflictos agrarios en la entidad, sostuvo Arce Pantoja.
Ejemplificó con el caso de Tacoaleche, Guadalupe donde ya se entró a un proceso de regulación de atierra, entonces será un conflicto que entrará a vía de solución, y como zona de reserva ecológica y de uso comían, debe ser respetada y además es inembargable, imprescriptible e indivisible.
Otra situación, añilado, es el caso de las 64 hectáreas del ejido Trancoso, donde se asienta la cabecera municipal que también entra a un proceso de regularización.
En todo caso, dijo con referencia a la posibilidad de conflictos entre ejidatarios o comuneros, la Procuraduría Agraria siempre va como árbitro.