RAÚL DI BLASIO EN EL 28 FCZ 214

Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on Google+Pin on PinterestShare on TumblrShare on LinkedInEmail this to someone

blasioCon ovación de pie al arribar por primera vez a la Plaza de Armas de Zacatecas en un Festival Cultural, Raúl di Blasio se presentó con un magistral concierto en el que su piano armonizó la velada.

Las campanas de la Catedral capitalina acompañaron los primeros compases del músico argentino que, entre comentarios amenos, relató a los asistentes momentos de su infancia, e interpretó luego una breve pieza que simulaba el repiqueo.

Raúl di Blasio, que desde los ocho años comenzó a tocar el piano y tuvo una formación musical clásica, compartió con el público zacatecano y visitante un repertorio memorable que recordó la música que ha influido, la que lo ha enamorado.

Con piezas de Mocedades, Richard Clayderman, Agustín Lara, José Alfredo Jiménez, Armando Manzanero, Joan Manuel Serrat, entre otros, Raúl di Blasio estuvo acompañado de un ensamble en el que sobresalió el bandoneón y la voz de Mónica Meza.

El amigo de Zacatecas, como Di Blasio se ha autonombrado, ofreció previamente una conferencia de prensa en la que habló del trabajo que ha hecho con los jóvenes, en pro de un futuro mejor.

“Quien no ama a los jóvenes no se preocupa por el futuro”, dijo el exitoso creador de melodías como Rosalinda, Piano y Corazón de niño, celebrando también su primera presentación en este magno Festival reconocido mundialmente.

Influenciado por varios músicos tanto clásicos como populares, Di Blasio manifestó que su máxima inspiración es su coterráneo Astor Piazzolla, de quien recoge las raíces del sonido del Cono Sur y trajo a Zacatecas para deleitar y conmover a través de su piano y su gran sentido del humor.

“Que Zacatecas siga adelante y prospere a través de la cultura. Espero que mi aporte en esta hermosa ciudad sea para que se hable maravillas de este estado que no tiene límites”, enfatizó el músico gaucho, quien ahora radica en México.

Así, de manera amena, entre piezas que incitaron a la armonía y a la algarabía de una ciudad que lo recibió por primera vez en 1996, Raúl di Blasio no dejó de abrazar y hacer sonreír a los asistentes con sus acordes, entregando su corazón de niño que latió con fuerza así como el de esta ciudad de la que él es su amigo, uno de los más distinguidos.

Deja un comentario