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Un grupo de mujeres agredió a huevazos al senador del Partido del Trabajo (PT), Ricardo Monreal, frente a la residencia oficial «Quinta Grijalva», a donde acudió para invitar al gobernador Andrés Granier Melo, a sumarse a una demanda penal en contra de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por los daños ocasionados por el desfogue de las presas hidroeléctricas del Alto Grijalva.
Al llegar al acceso de la residencia oficial, donde tenía una cita con el secretario de Gobierno, Humberto Mayanas Canabal, el senador y EX GOBERNADOR DE ZACATECAS, recibió el golpe de dos huevos, que las mujeres utilizaron como proyectiles.
Al menos una diez mujeres, ya esperaban al legislador en las afueras de la «Quinta Grijalva», y en cuanto terminaron de lanzar los huevos que llevaban en sus bolsas de mano, se retiraron en vehículos que les esperaban, sin explicar el motivo del enojo contra Monreal Ávila.
El senador petista, quien se reunión con el secretario de Gobierno, pues el gobernador se encontraba de gira por el municipio de Teapa, sostuvo que se le tiene que exigir a la CFE «la reparación del daño», pues es la responsable de la pérdida del patrimonio de las miles de personas que sufren las inundaciones por no desfogar a tiempo las presas hidroeléctricas de Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas.
Afirmó que la CFE prefirió dejar de generar energía, sólo para comprar el fluido y beneficiar a empresas privadas. Por eso es que los embalses se encuentran llenas pues dejó de turbinar.
Al señalar que existen estudios científicos y técnicos que demuestran que existen responsables de la irregular operación de las hidroeléctricas, el senador del PT, le pidió al gobernador de Tabasco «ejercer acciones conjuntas» en contra de la paraestatal.
«No solo hay negligencia criminal, sino incluso podría configurarse la complicidad. Desde el 2007 nosotros afirmamos, desde antes cuando se inició la privatización de la energía eléctrica, afirmamos que podrían generarse problemas muy graves frente al negocio, la codicia de la venta de energía eléctrica en contra de la seguridad e las personas».
«Podemos demostrar que de manera dolosa se mantuvieron las presas en un extremo de capacidad al 117%, al no turbinaron por seguir comprando energía eléctrica privada y no les interesó los pronósticos del tiempo de que sería un año lluvioso».