Recibimos con beneplácito las declaraciones realizadas recientemente por el obispo de Saltillo, Raúl Vera, y por José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, en defensa de los derechos de la comunidad homosexual de nuestro país, y en especial al referente a la posibilidad de que parejas del mismos sexo puedan adoptar menores para la conformación de la familia.

Sus opiniones dejan de manifiesto que en la Iglesia Católica no todos sus integrantes comulgan con la posición inquisitoria que algunos de sus dirigentes pretenden imponer a la sociedad mexicana en éste y otros temas trascendentales en la vida de nuestra nación.

Aplaudimos que, paralelo a los cambios políticos y sociales que día con día se presentan en diferentes partes de nuestro planeta, y anteponiendo la investidura de sus cargos, ambos personajes dejen en claro su compromiso con los derechos fundamentales de los seres humanos, lo que refuerza la idea de que la Iglesia a la que representan no debe ser una institución que pretenda manejarse al margen de la legalidad y de las decisiones que se toman en a favor de los derechos de los ciudadanos.

Es loable que en medio de esta campaña de descalificaciones de la iglesia en contra de nuestro partido y de nuestros dirigentes, dos personalidades que tienen gran influencia entre los creyentes de su doctrina, reconozcan los yerros y excesos verbales que algunas veces cometen muchos de sus dirigentes, con los que violan el Estado laico vigente en nuestra Carta Magna.

Nuestro partido vuelve a reiterar que el reconocimiento a los derechos humanos de los mexicanos dentro de nuestra constitución es base fundamental de la conformación de la vida institucional de nuestro país.

A T E N T A M E N T E

Hortensia Aragón Castillo

Secretaria General

Partido de la Revolución Democrática