Noemí Luna, diputada federal
“La reversa también es cambio” y lamentablemente México atraviesa por una grave regresión al Estado autoritario, donde un solo partido concentra el poder, sin contrapesos ni división de poderes que lo detengan.
La semana pasada nuestro país dio un salto de 30 años hacia atrás en el combate a la corrupción. El oficialismo de Morena y sus aliados del PVEM y PT dieron otro paso contundente para destruir la República, al aprobar por aplanadora la extinción de siete organismos autónomos pilares de la democracia y garantes de los derechos humanos.
Con su mayoría en la Cámara de Diputados, cumplieron la venganza del expresidente Andrés Manuel López Obrador de desaparecer el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
También votaron a favor de extinguir la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
En los últimos meses el oficialismo le ha dado a México duros golpes para llevarlo a la “dictadura perfecta”. Hay cuatro momentos históricos que son verdaderos “días negros”.
El primero, fue la aprobación de la Reforma Judicial, debilitando al único contrapeso que aún detenía las acciones arbitrarias del régimen en turno.
Cuando se aprobó la Supremacía Constitucional fue el segundo, porque quitaron a la ciudadanía el derecho de defenderse mediante recursos judiciales contra reformas dañinas a la Constitución y contra actos arbitrarios del régimen.
El tercer día de luto es la reforma al Artículo 19 constitucional para ampliar el catálogo de los delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, para incluir la extorsión, ilícitos con fentanilo y drogas sintéticas, contrabando y actividades relacionadas con falsos comprobantes fiscales.
Cambios que le dan al régimen una herramienta para usarla como venganza contra opositores, al fincar delitos inexistentes para encarcelarlos, mientras averiguamos.
El cuarto, sucedió cuando el oficialismo aprobó la desaparición de los organismos autónomos. Hoy velamos al INAI, Coneval, Cofece, IFT, Mejoredu, CRE y CNH. Este hecho es un duro golpe al Estado mexicano.
¿Por qué?
Porque sin el INAI ya no se podrá investigar la corrupción; no sabremos en qué gasta el gobierno el dinero público; las autoridades podrían espiarnos y vender tus datos personales.
Sin la Cofece se generarán monopolios que establecerán tarifas a su antojo; subirá el precio de la canasta básica; habrá abusos de las grandes industrias; y existirán más empresas corruptas que se alíen al régimen en turno.
Sin la CRE pagarás más por el recibo de luz; la producción de electricidad será cara y contaminante; y nadie podrá generar energías limpias.
Sin la CNH subirá el precio de la gasolina todavía más y podría haber desabastos; mientras, México seguirá regalando combustible al régimen autoritario de Cuba.
Sin el IFT incrementarán los costos de los servicios de Internet y tv por cable; el régimen controlará el uso del Internet y a los medios de comunicación.
Sin el Coneval no sabremos cuánto aumenta la pobreza o se condicionará políticamente los programas sociales.
Sin Mejoredu los maestros ya no serán capacitados, tendremos libros de texto plagados de errores y nuestra niñez no aprenderá.
Cuando el PAN era gobierno creamos instituciones de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción, mismas que hoy destruye Morena.
Como primera fuerza de oposición del país nuestro compromiso es con la República, la democracia y la división de poderes.
¡Por eso somos resistencia!