En congruencia con la inconformidad de sus representados, la Diputada Federal Noemí Luna manifestó su total respaldo a la acción ejercida por el presidente municipal de Zacatecas, Miguel Varela, de impedir la construcción del “segundo piso” en el boulevard Adolfo López Mateos,ñ

Dijo que se tratande una obra que los zacatecanos rechazan, porque sólo sería un negociazo familiar por 3.6 mil millones de pesos para el Gobernador David Monreal.

Y lamentó que el Gobierno del Estado iniciara prácticamente a escondidas la obra, por lo que celebró la decisión del Edil de detener los trabajos, puesto que carecen de los permisos municipales.

Recordó que los especialistas de la Unesco, Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), e Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), no han dado la autorización por la grave afectación que representará.

Pese a la no viabilidad del proyecto, el Gobierno del Estado empezó la obra “en plenas fiestas decembrinas” y generó un caos vial que afecta a las y los habitantes de la bizarra capital, por lo que la ciudadanía, encabezada por el Presidente Municipal, se movilizó para manifestar su rechazo y parar los trabajos, dijo al brindar su apoyo a la distancia y afirmar que “si algo ha caracterizado a este Gobernador es que no ve, no oye y sólo hace lo que él quiere”.

Así lo dijo a través de un video en sus redes sociales, en el que la también Coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (GPPAN) en la Cámara de Diputados recalcó que “al Gobernador le valió gorro lo que opinaran los académicos, ciudadanía, expertos y miles de zacatecanos que no fueron tomados en cuenta”, cuya inconformidad se expresa en grandes mantas colocadas a lo largo del boulevard y que a la letra dicen “No al segundo piso”.

Hacer caso omiso a los reclamos sociales no tiene otra lectura que la de la corrupción de este gobierno estatal, pues el proyecto registra sobrecostos de hasta tres veces a proyectos similares realizados en otras ciudades, dinero que podría utilizarse en atender problemáticas más urgentes, como combatir la inseguridad o rehabilitar las carreteras, que están hechas un desastre, reclamó la Legisladora zacatecana.

Finalmente, enfatizó en su negativa a la obra y explicó que con ella se dañaría irreversiblemente la imagen urbana de la capital, poniendo en riesgo el nombramiento de Patrimonio Mundial otorgado en 1993 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que es orgullo de las y los zacatecanos desde hace 30 años.