Argonmexico / Un «eterno trashumante de la noche», sin duda lo ha sido el afamado guitarrista jalisciense -americano, Carlos Santana quien luego de picar brecha en la ciudad fronteriza de Tijuana, donde cambió el violín por la guitarra realizó sus primeros acordes bajo la férula de otra gran músico mexicano Javier Bátiz, posteriormente muy joven brincó el «charco» de Allende, Bravo y se instaló en el condado de San Francisco, California por la década de los 60s, junto con su familia.
A la par, de aprender inglés y las distintas influencias culturales de esta localidad lo hizo adquirir la nacionalidad estadounidense. Es en el año de 1966 que debuta de manera profesional con su peculiar ritmo latino, y con su banda «Santa Blues» que le empezó a abrir los locales underground de la época hasta llegar al legendario «Festival de Woodstock» en el año de 1969 en donde lograría ejecutar su guitarra con singular maestría hasta alocar a los jóvenes con temas como: Black Mágic Woman, que no es otra cosa que «Mujer de Magia Negra» hechizo a los presentes reunidos en aquel entonces.
Posteriormente, se dio conocer en otros lugares con demás canciones: Soul Sacrifice, Jingo, Gypsi Queen, y Oye como Va, quizá la más solicitada. Hasta llegar el éxito con el tema Samba Pa, ti en la década de los 70 lo catapultó hacia el firmamento de la escena musical mundial. Sin dejar de lado su participación con algunos de los músicos más afamados del momento: Eric Clapton, Michael Jackson, Shakira, Juanes, Sean Paul, Romeo Santos y Alejandro Corona entre otros. Varios Grammys y alrededor de 90 millones de álbumes, avalan su trayectoria y justificaron su actuación el pasado fin de semana, en la ciudad rosada en el templete instalado en el Ángel de Independencia. Quien no es ajeno a los lamentables sucesos del caso Ayotzinapa ya que entre canción y canción se dio tiempo para exigir justicia para los 43 jóvenes desaparecidos de la normal Isidro Burgos en Iguala, Guerrero. Lo que causó la euforia y la rabia de miles de jóvenes asistentes , sin faltar, además los «ruckandroleros» seguidores del Dios de la guitarra, Santana, a los cuales no les importó el slam de centenares de jóvenes, que desafiaron las inclemencias del tiempo, y los codazos con tal de estar cerca de su ídolo.
LA PALABRA EN LA IMAGEN.- En otro tema, la Fundación Jaime Sabines llevó a cabo la exposición fotográfica ya enunciada, basada en la creación de alrededor de 20 imágenes visuales inspiradas por los versos del reconocido poeta mexicano bajo la coordinación del también fotógrafo y docente: Ricardo Ruiz. En la galería del auditorio del plantel del Valle de la UACM. Detalló, el curador de la obra, Ruiz: El objetivo no fue ilustrar los poemas del autor chiapaneco, sino que cada expositor recreara sus imágenes basado en algunos de los poemas, con la premisa fundamental de colocar palabras como símbolos visuales dentro de cada imagen. Por ende, para cada uno de los expositores fue un honor participar con alguna fotografía y la rima tan clásica y alentadora del extinto maestro Sabines. Entre los fotógrafos participantes del Colectivo: Arte Fotográfico 56 / 125 están: Araceli Barrera, Armando Hernández Oropeza, Cesar Lemus, Leta Ruiz, Patricia Sánchez, Rodrigo Sosa, Sinhue Villalobos. La velada trashumante fue amenizada por el cantautor Ricardo Montes por citar algunos. Así las cosas, vale comentar que dicho colectivo ha realizado cursos, talleres, muestras, exhibiciones y actividades para documentación foto-periodística, con apoyos gubernamentales y en otras de manera independiente. Es en el año de 2005 que funda este creativo visual. Por ello ha recibido diverso reconocimientos entre los que destacan; Concurso Nacional de Fotografía Blanco y negro 2000, Becario de programa ; Artes por todas Partes, Concurso Nacional de Fotografía Científica con CONACYT 2009, primer lugar del Concurso Anual El México de los Mexicanos en su segunda versión. 2014. A la par, cuenta con cerca de 12 exposiciones y 40 colectiva dan cuenta de su enorme quehacer creativo en el ámbito fotográfico nacional. MAR MONSTRUM.
Ya de salida, este fin de semana acudí al final de la temporada ya descrita con la actuación principal del joven clown mexicano AARON GOVEA, y la Cía Naranja Azul, que por cierto, cautivó al público que abarrotó el Foro A Poco No del Sistema de Teatros. La cual, nos hizo recordar al gran Robison Crusoe que naufraga su embarcarción en alta mar y se enfrenta no sólo a su soledad, y la muerte, sino a la reflexión de lo pequeño que es el hombre ante la madre naturaleza. El periplo del personaje representado por Govea lo hará buscar a través de la imaginación y la improvisación escénica, los elementos para sobrevivir en alta mar. Una verdadera odisea de la que será bien librado, sin embargo antes enfrentara la furia del mar, en el clímax de la obra. Dicho espectáculo se basó en algunos pasajes bíblicos de Jonas, la Ballena o los viajes de Gulliver. Con sonidos guturales en lugar de palabras, el actor recurre a diversos lenguajes escénicos: teatro, danza, pantomima, y hasta malabares lo que atrapa al espectador de principio a fin. Con estudios de maestría en la escuela Suiza de Teatro Físico de Scuola Teatro Dimitri, Suiza, se apoya en la guapa bailarina y ejecutante de clavecín, la francesa Maud Giboudeau, quien le corresponde por lo menos el50 % de los créditos por su valiosa aportación en la música y los efectos. Así las cosas, el mar representado por 750 metros de cuerdas, ideal por la temporada de sol y arena que se avecina en esta Semana Santa, la cual logra cumplir y llevar a buen puerto al personaje y a los espectadores, apoyada por el FONCA y la actuación de otro actor, jugaron con el agua y la música con una simple cubeta lo que provocó la admiración de chicos y grandes. Vale destacar, que dicho proyecto escénico viajará a la ciudad de Checoslovaquia y posteriormente a la Ciudad Luz para cumplir otros compromisos. Al final, el tradicional convite con una rica y espumosa champaña francesa o suiza ya ni supe, esta vez me olvidé el mezcalito, Arroz * poeta trashumante de la noche, del mezcal y del hip-hop…