Las alergias alimentarias son un padecimiento a los que se están expuestas las personas que tienen factores heredofamiliares, es decir que un familiar directo (padre o madre) la padezca, pero la posibilidad de contraerla se puede reducir a través de los hábitos de la madre en el embarazo.
“La alergia alimentaria es muy grave porque pone en riesgo la vida dependiendo de la edad, es importante porque nosotros tenemos niños que desde los primeros años de vida desarrollan alergia con la proteína de la leche y pueden presentar reacción en nariz, pulmón, piel, ojos rojos, o situaciones dermatológicas” señaló Carlos Humberto Martínez Espinoza, pediatra alergólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Zacatecas.
El especialista destacó que aproximadamente 50 millones de personas del total de la población en el país están señalados como pacientes con algún tipo de alergia, y de ellos del dos al cinco por ciento, presentan alergia alimentaria.
La detección oportuna es la herramienta más importante para poder lograr reducir y evitar riesgos al estar ya presente en el organismo la reacción a determinados alimentos, sin embargo, el descuido de los pacientes y el desconocimiento de que el padecimiento está presente son el principal causante de diagnósticos tardíos.
Martínez Espinoza dijo que “es importante dimensionar el problema y estar alerta a los signos de alergia, considerando que los alimentos que la generan más son: semillas y frutas que pueden ser mortales, Si ven que come esto que causa moco, estornudo o tos es necesario acudir con el experto para evitar complicaciones”.
Las mujeres embarazadas, sobre todo aquellas que tienen descendencias de familiares alérgicos deben tener una buena educación alimenticia y procurar comer bien, disminuyendo el consumo de alimentos que pueden generar alergia, como: nuez, cacahuate, jitomate, que son algunos de los que más causan reacción.
Además están la leche y sus derivados, huevo, pescado, los mariscos, almendras, lentejas, garbanzo, a lo cual en la actualidad se le suma también todos los factores ambientales más los genéticos que actualmente son por los que se ha disparado el número de problemas inflamatorios.
Tomar las medidas adecuadas y la visita periódica con el médico son dos aspectos necesarios para poder diagnosticar enfermedades como la alergia alimentaria y con ello poder llevar un tratamiento adecuado para evitar poner en riesgo la vida de los pacientes.