SIGNOS DE DESESPERACIÓN EN LOS PINOS

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manuelPor: Manuel Narváez Narváez

Email:mnarvaez2008@hotmail.com

El priismo siente pasos en la azotea, por eso comienza a repartir lo que ya no le cabe. Lo que en algún momento llegó a ser una percepción generalizada desde su regreso al poder, es decir, que se quedarían gobernando por los próximos 20 años, afortunadamente para los mexicanos esa posibilidad empieza a ser muy remota.

Ante la avalancha de fracasos del gobierno de Enrique Peña Nieto y el brutal desprestigio en el que se encuentra la figura presidencial, es natural que la misma ciudadanía que los trajo de regreso a los pinos sea la que, desde ya, mande mensajes claros para no otorgarles ni un minuto más de confianza una vez que concluya elpeñato el 30 de noviembre del 2018.

Perdidos entre pretextos y excusas por el incumplimiento de promesas de campaña; entrampados en el laberinto de yerros que significan las fallidas reformas estructurales, TODAS; y, ahogados en el pantano de la corrupción, los pocos dinosaurios que todavía asoman la nonagenaria cara partidista, intentan detener la extinción, al menos para siguiente elección presidencial, de una de las mafias del poder más exitosas y extendidas del mundo.

Propios y extraños; medios de comunicación de otras latitudes, ONGs, estadistas, intelectuales y la nación en su mayoría, lo perciben, lo sienten y huelen que el gobierno mexicano, con Peña al frente, es la encarnación misma de lo más selecto entre las peores oligarquías del orbe. Lástima que ni así, los señalados sean capaces de hacer acopio de una mínima de vergüenza para contener la madriza electoral que se les viene encima en la sucesión presidencial.

Como el criminal moribundo, que teniendo la oportunidad de redimirse en la antesala de la muerte confesando sus fechorías y arrepintiéndose de ellas, la cúpula del PRI mejor le atiza a la hoguera y reparte estiércol para contaminar todo lo que esté a su alcance.

Esta introducción viene a colación porque en días pasados el dino pastor del rebaño legislativo federal del PRI, César Camacho Quiroz, se fue duro y directo al cráneo de la aspirante favorita, según sondeos preliminares, a la presidencia de la república.

El exgobernador mexiquense, exsenador y exdirigente nacional del Revolucionario Institucional, despotricó en contra de Margarita Zavala, a la que acusó de no tener las manos limpias, parodiando el slogan de precampaña del entonces precandidato presidencial y marido de la interfecta, Felipe Calderón Hinojosa.

Camacho Quiroz acusó a Zavala de no hacer sus declaraciones patrimoniales, de haber aumentado el peculio familiar en diez millones de pesos y en 1200 metros cuadrados los inmuebles y, remató diciendo que tiene más de 10 años alejada del servicio público. Para envolver el ariete, el diputado federal equiparó el incremento del patrimonio en inmuebles con 64 departamentos de interés social.

Con relación a lo anterior me quedan algunas dudas que quisiera compartirles. Por ejemplo, si el matrimonio Calderón/Zavala incrementó su patrimonio familiar en diez millones de pesos y en 1200 metros cuadrados, partiendo del criterio de que todos los gobernantes en México son ratas, ¿significa que la pareja presidencial 2006/2012 es la que menos le ha metido la mano al cajón nacional?.

Para César Camacho el estar alejado del servicio público equivale a no estar preparado o capacitado para gobernar; yo me pregunto: los expresidentes de México que han pasado por  Harvard, Yale, IPN, ITAM, etc. y, ocupado cualquier cantidad de cargos de elección popular y públicos ¿les han servido para desalentar la corrupción o disminuir las descomunales desigualdades sociales?. Si la respuesta es negativa, entonces prefiero confiarle el destino y futuro de México a quien tiene una historia nueva que escribir.

Por lo de la equivalencia de los 1200 metros cuadrados de incremento en el patrimonio de los Calderón/Zavala, con los 64 departamentos de interés social que saldrían de esa superficie a razón de 27 metros cuadrados aproximadamente cada uno; si aplicamos la misma vara que usa César Camacho con los departamentos, ¿podríamos equiparar sus extravagantes relojes, que sumados superan los dos millones de pesos, a la adquisición de 50 casas de interés social con la misma superficie y a 40 mil pesos cada una?.

Alguna vez le preguntaron al exgobernador  mexiquense si los salarios que ha percibido dan para adquirir esos relojes, Camacho Quiroz respondió entonces: «Dan para eso”.

Faltan menos de dos años para que termine uno de los peores gobiernos en la historia del país. El priismo sabe que los mexicanos están hasta el copete de ellos, por eso no extrañe la hipócrita campaña de deslinde de la corrupción y el linchamiento de unos cuantos miembros del cubil,  mientras el principal sospechoso de propalar la epidemia goza de cabal impunidad.

Lo raro de la tragicomedia mexicana es que todo mundo sabe que la corrupción se placea por todo lo largo y ancho del territorio nacional, pero al día de hoy no hay un solo presunto responsable tras las rejas, como tampoco se ha recuperado siquiera el 1% de lo que se han clavado.

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