Hay personajes existentes en los libros que se vuelven entrañables, sabemos que lo son cuando sus nombres se vuelven imborrables, cuando recordamos con exactitud las vivencias narradas, la página de su mejor frase, el capítulo en que nos enamora. Esa parte es una de las maravillas de la literatura, la de sentir empatía, cariño y amor por un personaje inexistente, nacido de la imaginación de hombres y mujeres que recrean mundos y vivencias sin salir muchas veces de su cuarto.
Hace unos días llegó a mi vida uno de esos personajes entrañables y ya no se irá, se ha alojado en mi cabeza y se ha puesto muy cómodo a leer literatura francesa. Se apellida Pereira y es el personaje central novela de Antonio Tabucchi (Italia 1943-Portugal 2012), la maravillosa Sostiene Pereira (Anagrama 1996).
Ambientada en la Lisboa de 1938, la novela de Tabucchi narra la historia de Pereira, un periodista dedicado toda su vida a la sección de sucesos que recibe el encargo de dirigir la página de cultura de un diario mediocre simplemente llamado El Lisboa.
Sin embargo Pereira tiene un sentido muy particular de la cultura, por lo que cada número de la sección cultural es un desafío. El prefiere la literatura clásica, siente predilección por los escritores franceses del pasado. Por lo que se dedicará a hacer elegías y anticipar necrológicas para publicarlas al momento si un escritor famoso muere de repente. Además le gusta la traducción por lo que engalanará su suplemento con grandes cuentos traducidos al portugués.
La vida apacible de Pereira, que gira en torno a comer omelettes a las hierbas, beber limonada y conversar con el retrato de su esposa ya fallecida, dará un vuelco cuando se encuentre con dos personajes misteriosos. Dos jóvenes: él, Monteiro Rossi, ella, Marta, que juntos llevarán a Pereira a entrar a una crisis personal, una maduración interna y una toma de conciencia que transformarán la vida del viejo periodista.
El tiempo en el que transcurre la novela es en el Portugal donde se comienza a asomar la dictadura militar de Oliveira Salazar, pero también está en puerta la Guerra Civil de España, el fascismo en Italia y el fantasma del nacismo comienza a recorrer y aterrorizar al viejo continente, por lo que Tabucchi utiliza esta época para ambientar esta maravillosa historia de lealtad, resistencia y libertad.
En la novela se encuentran muchas historias subterráneas. Si bien la historia explícita es la de las peripecias de Pereira y los jóvenes que aparecen en su vida, puede uno encontrar reflexiones sobre la soledad, la del mismo personaje que entrañablemente platica con su esposa fallecida. Pero también está presente la lealtad, existente en el mismo Pereira al no abandonar sus pasiones y misiones.
Los años de las dictaduras han marcado a la humanidad. Pereira se enfrenta a una incipiente desde la libertad de expresión de la prensa, los hechos lo orillarán a dejar la cultura y volver a escribir sucesos, contar las cosas como fueron, resistir y ser libre.
Tabucchi dejó una novela que a pesar de su brevedad es grandísima en calidad. La estructura narrativa es sencilla y la prosa elegante y bella. Tabucchi nos hace entender que en momentos complicados de la humanidad, la literatura es un modo de combatir, una tabla de salvación para navegar a contracorriente de la historia.
Calificación: Imprescindible