Marco Antonio Flores Zavala

Miércoles, febrero 3 de 1915. El gobierno de Zacatecas lo ejercen los hombres de la División del Centro. El jefe es Pánfilo Natera García.

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En la vetusta ciudad de Zacatecas el Poder Judicial local labora desde hace un mes. El Poder Legislativo no existe. Aunque a la sala de sesiones le han hecho arreglos materiales, no hay diputados que ostenten la representación popular.

El gobierno estatal es una autoridad por la vía de los hechos. Está en medio del villismo convencionista y del constitucionalismo carrancista.

En aquel momento no existe una definición concreta para hacer un nuevo pacto constitucional por México. Es un lapso de batallas y publicidad para desplazar a los revolucionarios regionales y avanzar en una revolución nacional.

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Pese a la indefinición política, los hombres que representarán a Zacatecas, en el Congreso Constituyente de Querétaro, ya son actores del espacio público. En 1916 los postulará el gobernador Carlos Plank.

Los constituyentes fueron Adolfo Villaseñor, Julián Adame, Jairo R. Dyer, Samuel Castañón, Andrés L. Arteaga, Antonio Cervantes y Juan Aguirre Escobar. Situemos dónde están en febrero de 1915.

Adolfo Villaseñor Román es un joven de 1888. Recién, en 1915, concluyó los estudios de ingeniería; en mayo obtendrá el título profesional; luego será jefe de la oficina del catastro. Su padre, don Lorenzo, imparte clases en el Instituto de Ciencias.

Julián Adame Alatorre fue nacido en 1882. Estudió ingeniería en la vieja capital del país. Poseía propiedades en Minillas. Con sus hermanos emprendió empresas para hacer producir esas tierras. La inversión fue funesta, tanto que en 1915 un prestamista inglés los demandó por no pagar una deuda.

Jairo R. Dyer Castañeda fue nacido en 1869. Estudió medicina, como su padre. Era sombreretense. En su haber familiar está el ser hijo de extranjero, sobrino de exgobernador y amigo de Luis Moya. Siempre ejerció su profesión.

Samuel Castañón Vázquez fue un pinense nacido en 1884. Era parte de los emergentes actores populares que, al adherirse a un club, manifestaban liderazgo y definición política, en su caso el antirreeleccionismo. Asistió a Querétaro porque el diputado propietario, el farmacéutico Rosendo A. López, se retiró de la asamblea.

Andrés Arteaga de León, de Tlaltenango, fue un profesor egresado de la Escuela Normal de Zacatecas. En febrero de 1915 tenía 28 años. Entonces laboraba en la secretaría general de gobierno. Allí desempeñó las oficialías, desde la de correspondencia hasta la jefatura de ese despacho. Él, como los anteriores, representaba el distrito donde nació.

Antonio Cervantes era un treintañero de Nochistlán. Dedicado al comercio y la agricultura. Como Castañón y Arteaga, Cervantes fue un antirreeleccionista de base.

Juan Aguirre Escobar era un coahuilense cuarentón que lucía bigote, como los otros constituyentes zacatecanos. Su hoja de vida registra estudios preparatorios, dedicación a la minería en Concepción del Oro y la detención en Veracruz, entre enero y marzo de 1915. Estaba detenido porque no le reconocieron una representación convencionista que procuraba pactar con Álvaro Obregón.

Vamos en febrero de 1915. La rueca sigue su giro.

Imagen:

Farmacéutico Rosendo A. López Cordero.

Crédito: Familia López Díaz de León.