Por Marco A. Flores Zavala
«Nací en la ciudad de Zacatecas, árida barranca de brava belleza. A través de su atmósfera de diafanidad quizá única en el mundo, mírese los riscos de los cerros de La Bufa, El Grillo, y El Padre. El caserío está trabajado en escalones, y de su centro se eleva la catedral barroca, cuya torres, que se tornan luminosas a los rayos del sol, se yerguen como oraciones convertidas en piedra, según lo cantó el poeta.»
Con esas palabras inicia el libro Mis andanzas por las cinco partes del mundo, de José González Ortega. El libro es la crónica de un viaje efectivamente realizado alrededor del mundo; cruzando los océanos en barco y tocando los litorales de cuatro continentes: América, Oceánica, Asia y África. El documento está dedicado a su hijo José (fallecido para cuando publicó el libro) y al Instituto de Ciencias de Zacatecas. La obra, producida por su autor, da cuenta de un espíritu cosmopolita y muy escéptico.
*
El abogado José González Ortega y Sánchez Román fue nacido el 7 de julio de 1886. Era el quinto hijo de Lauro González Ortega Mercado y único en el segundo matrimonio de su padre. Su señora madre, María Sánchez Román, era hermana de la primera esposa de Lauro, en cuyo matrimonio fueron concebidos cuatro hijos, dos hombres y dos mujeres. Obvio es señalar que el abogado era nieto del general Jesús González Ortega. Por cierto, la esposa de José, Rosa María Iturbe Aréchiga, era nieta del general Jesús Aréchiga Mojarro.
*
José estudió inicialmente con los profesores Francisco E. Journeé e Isidoro López Ortiz. En el Instituto de Ciencias obtuvo su título de abogado el 1 de junio de 1909. Siendo estudiante, fungió en la escuela como secretario y subperfecto. Tras su titulación, ejerció como abogado postulante. Establecido en la Ciudad de México, trabajó como representante de varias empresas alemanas, como el Deutsch-Südamerikanische Bank; la empresa de instrumentos musicales Casa A. Wagner y Levien, Sucs.; la Casa Koppel; y la Gasmotorenfabrick Deutz.
En 1910, a José lo designaron diputado al Congreso general. Jerez fue la sede de su distrito. En su desempeño le correspondió desechar la credencial del único candidato antirreeleccionista elegido en ese proceso, el licenciado J. Guadalupe González, postulado para el distrito de Juchipila-Nochistlán. También le tocó votar la renuncia del general Porfirio Díaz, en mayo de 1911. Si Ramón López Velarde hubiese ganado la elección en 1912, para el cargo de diputado federal, Ramón hubiese sido el sucesor de José.
**
Además de Mis andanzas por las cinco partes del mundo, José publicó El golpe de Estado de Juárez (1941). Esta obra, aun cuando no es producto de la reflexión académica (por aquello de la objetividad), es un análisis acucioso sobre el enfrentamiento, por la presidencia de la República, entre los liberales Benito Juárez y Jesús González Ortega.
Mis andanzas tiene otra mirada. Por la lectura, el ver y comparar relatos escuchados con la experiencia de estar. En este libro, conforme vive el espacio, lo crea y amplía. En el segundo y tercer párrafo escribió: «La casona de mis padres se encuentra adosada a los muros de la catedral, y por estos, por contrafuertes y por azoteas, podía encaramarme a las más altas ventanas del templo. De allí miraba el volar de las nubes, blancas, inmensas, y en mis prolongadas meditaciones muchas veces consideré que si el mundo era bello desde tan mezquina altura, cuánto más lo sería visto desde aquellas nubes fantásticas, o recorrido palmo a palmo por tierras y por mares».
«Otras veces ascendía yo al crestón de La Bufa y paseaba mi vista por el amplio panorama que el cerro domina. Allí está Guadalupe, decíame a mí mismo; más allá Trancoso y Ojocaliente; tras de aquel “puerto” se esconde Veta Grande, y a su derecha, Sauceda; aquel es el camino a Jerez, y el de esta parte es el que lleva a Fresnillo. ¡Y consideraba con orgullo que todo aquello lo había caminado yo a lomos de mi caballo prieto!»
El viaje, de Mis andanzas, inició el 25 de diciembre de 1934, a las diez y treinta de la mañana. El traslado inicial fue en auto. Marcharon de Cuernavaca a la Ciudad de México. Allí tomaron un tren que los llevó a Estados Unidos. El texto de Mis andanzas lo fue redactando según hizo camino. Previo a este periplo, el autor refiere que estuvo en Estados Unidos y en Europa. En ambos casos fue con su familia (sus hijos Xavier y Pedro Héctor, y su esposa Rosa María).
El 30 de diciembre arribaron a Nueva York. Quince días después abordaron el trasatlántico Franconia (12 de enero de 1935). En este barco, el escritor Vicente Blasco Ibáñez viajó y escribió acerca de él (La vuelta al mundo, de un escritor, tomo I Valencia, Prometeo, 1924). José González Ortega no se acompleja ante la descripción del escritor español, incluso hace gala de su capacidad lingüística para señalar lo que es el Franconia. Aunque claro, sigue de cerca a Blasco Ibáñez (Cfr. página 45 de La vuelta al mundo). El zacatecano redactó: «Sólo diré, para quienes no hayan leído a aquel maestro, que vamos sobre una construcción naval de 22,000 toneladas, que mide de la proa a la popa la friolera de ciento y tantos metros, y cuya abundancia en habitaciones, pasillos y salones es tal, que para ir de mi camarote al de mis hijos, me ha sido menester formar un planito […] El pasaje del barco resulta incoloro a mis ojos hoy. Casi todo está compuesto de personas de edad bien madura entre las que domina el sexo exdébil y exbello. Las oficinas de a bordo han publicado los nombres de los pasajeros y el promedio de sus edades: con tales datos calculo que el Franconia lleva sobre sí la friolera de 172 siglos.»
De Nueva York fueron a Jamaica (enero 16); siguieron a Panamá (enero 18) y Los Ángeles, California (enero 26). Cruzaron de océano a océano a través del Canal. Luego a las islas de Hawai; Tahití; Samoa; archipiélago de Fiji; Nueva Zelanda; Australia (marzo 4); Nueva Guinea; las Islas del Jueves y Booby, Alor, Bali, Java, Singapur (marzo 24); La India (marzo 30); Ceilán; Mombasa, Zanzíbar, Mozambique, Madagascar, Puerto Elizabeth (abril 23); Ciudad del Cabo (abril 26); Buenos Aires (mayo 10), Uruguay, Brasil, Isla de Barbados, y otra vez: Nueva York (mayo 31).
Conforme avanzó en el viaje, José realiza comparaciones. Previo pone los ejes de su relato: día, lugar, clima, paisaje y luego lo que sabe, lo que escuchó, las personas y el quehacer en un mundo que conoce más por su lectura, que por vivir. En Durban, África del Sur, en abril 19 (p. 197) escribió: «Nos oye hablar [un noruego que los recibe de visita en el ballenero South Empress] en una lengua que le resulta extraña, e inquiere sobre nuestra nacionalidad. Al saberla, nos mira entre asombrado y curioso, pues somos los primeros mexicanos que ha visto en su vida»
De raíz escéptico, las múltiples construcciones y manifestaciones religiosas que conoce, las señala por su arquitectura, su proyección, pero no lo hará por su posible emanación espiritual. Incluso, al ver una convención masónica, mantendrá su carácter suspicaz: «Muchos miles de individuos en tal pergenio han desfilado hoy por Washington. Toda la ciudad está engalanada con adornos orientales, los postes de la vía pública simulan palmeras y cada doscientos metros, los postes de la vía pública simulan palmeras y cada doscientos metros un magna voz anuncia a grito de herido el nombre y dignidades de los masones que forman parte del desfile y que reciben honores de funcionario, pues van custodiados por policía especial vestida de blanco…»
Referencias:
Agradezco a Héctor Pedro González Ortega y Zalce, el obsequio de los libros y parte de los datos familiares de don José, su abuelo.
Vicente BLASCO IBÁÑEZ, La vuelta al mundo, de un escritor, tomo I Valencia, Prometeo, 1924.
José GONZÁLEZ ORTEGA, Mis andanzas por las cinco partes del mundo. México: A. del Bosque, 1935.
José GONZÁLEZ ORTEGA, El golpe de Estado de Juárez. México: A. del Bosque, 1941.
Primer centenario del Instituto de Ciencias. Álbum histórico-gráfico. Zacatecas, Editado por el departamento de publicidad del periódico Orientación, 1932.