La gente confía en la gente, y desconfía de promesas, oportunistas, y resultados pagados, dijo Julio César Nava de la Riva, candidato del PRI a la Presidencia Municipal de Zacatecas.
En recorrido por barrios y colonias, la gente le dijo que no confía ne los políticos, como en la Colonia Miguel Hidalgo, una de las más golpeadas por la indiferencia política.
Acordamos no votar por nadie, lapidaron. Pero debemos reconocer en usted, dijeron a Nava de la Riva, a un hombre comprometido y que llega con las manos vacías, y lo más importante, limpias. Concordaron que los obsequios se vuelven dádivas, cuando no van acompañadas de compromisos y palabra.
Algunos confesaron no conocerlo físicamente. Pero es bueno verlo de frente, bajo el rayo del sol, como uno de nosotros. Como un zacatecano más.
Luego de un intercambio de ideas, los apáticos se volvieron en los más fervientes seguidores de Nava de la Riva.
No hacemos acaso de lo que publican algunos periódicos, donde lo ponen en último lugar, cuando los otros no se han tomado la molestia de visitarnos, nunca.
Yo, dijo Julio César Nava, respeto el ejercicio periodístico, y seguro estoy van a seguir apareciendo ese tipo de desesperadas publicaciones.
La campaña se gana en las calles, con la gente, caminando y estrechando compromisos. No desde la comodidad del cargo heredado, o queriendo tapar yerros con billetes.