Por Manuel Ibarra Santos

Hace 185 años nació la Universidad Autónoma de Zacatecas y a través de casi dos siglos de historia se ha convertido en la institución civilizatoria, educativa y cultural más significativa de nuestro Estado. Eso nadie lo puede negar y existen innumerables ejemplos en la actualidad que refuerzan esa narrativa.

Por tales razones, está planamente justificada la iniciativa tomada por el gobernador Alejandro Tello, desde el inicio de su administración, de encabezar esfuerzos para apoyar y rescatar a esa noble institución, alma y espíritu de la sociedad zacatecana.

La Máxima Casa de Estudios atiende en la actualidad al 60 por ciento de la matricula registrada en educación superior en la entidad y cuenta con el mayor porcentaje de programas académicos con reconocimiento de calidad.

Por si fuera poco, este año ascendió cinco lugares en el ranking de universidades públicas mexicanas, colocándose en la posición número 35 en el país.

Por mucho, la Universidad Autónoma de Zacatecas sigue marcando liderazgo en la ruta evolutiva de la educación superior en el Estado.

 

UNA NOTICIA BUENA EN UN MAR DE ACONTECIMIENTOS VIOLENTOS.

 

En el océano de noticias negativas que dominan nuestro entorno, especialmente las vinculadas a la inseguridad y a la violencia criminal, hay una noticia positiva que tenemos por imperativo ético que subrayar y destacar.

La Universidad Autónoma de Zacatecas y muchas de sus unidades académicas, en un hecho realmente increíble,  determinaron sacrificar ocho días de vacaciones, para involucrarse en cambio en la organización de la  semana cultural de pascua (Festival de Cultura y Educación) con más de ochenta actividades, a través de una intensa movilización en plazas, plazuelas y calles del centro histórico, lo que ha dado vida cultural y económica al municipio de la capital. Pero también al Estado en su conjunto.

Hacía tiempo que no sucedía un hecho de tal naturaleza digno de resaltar, en donde la Universidad, no obstante su profunda crisis financiera, tomó la decisión de movilizar individual y colectivamente a sus grupos de música, danza y teatro, para ofertar a la sociedad, con una mínima inversión, una agenda alternativa de desarrollo cultural.

A dicha iniciativa se sumaron, primero, un grupo de empresarios del centro histórico y, segundo, el ayuntamiento capitalino que promueve el paradigma de Ciudad Educadora, a propuesta de un par de consultores, uno representando a la UNESCO y otro de origen local.

 

LA EDUCACION SUPERIOR PÚBLICA, UN RESORTE DEL DESARROLLO:

 

La educación pública como un bien social, debe ser, en ese sentido, un resorte para el desarrollo y un dique infranqueable en contra la violencia criminal.

La oferta de educación superior ha crecido exponencialmente en los últimos años. La financiada con recursos privados, en los más recientes 17 años creció explosivamente un 80 por ciento. No obstante eso, todavía el 70 por ciento de la población potencial en edad de cursar una licenciatura no lo puede hacer en Zacatecas.

Hoy podemos subrayar que no obstante las enormes dificultades que enfrenta la Universidad Autónoma de Zacatecas, continua siendo institución líder con una oferta en donde los principios de relevancia, pertinencia y equidad están presentes.

 

 

LOS ALCALDES ADELANTADOS Y ACELERADOS:

 

Existen algunos alcaldes, no todos, que acelerados han iniciado la carrera de promoción de algunos de sus prospectos para la renovación de las presidencias municipales en el 2018. Muchos de ellos no son sino pre/candidatos escudo, (“Juanitos”, pues) para distraer de las verdaderas intenciones para controlar anticipadamente los escenarios de las elecciones próximas. De todas formas no deja de tipificarse eso como acto de deslealtad y traición frente a las facultades de quien tiene y ostenta el liderazgo en Zacatecas.